Una señora entro a una tienda y
vio una pequeña y hermosa taza. La tomo para observarla y se sorprendió cuando
la taza le hablo. La taza le dijo: ¡Yo no siempre he sido esta taza que usted
esta sosteniendo! Hace mucho tiempo yo solo era un montón de barro. Mi creador
me tomo entre sus manos y me golpeó y me amoldó cariñosamente. Llego un momento
en que me desespere y le grite: "¡Por favor! ¡Ya déjame en Paz!" Pero
mi amo solo me sonrió y me dijo: "Aguanta un poco mas, todavía no he
terminado."
Después me puso en un horno. ¡Yo
nunca había sentido tanto calor!
Me pregunté porque mi amo querría
quemarme, así que toqué la puerta del horno. A través de la ventana del horno
pude leer los labios de mi amo que me decían "Aguanta un poco mas, todavía
no he terminado." Finalmente, luego de un tiempo, se abrió la puerta.
Mi amo me tomó y me puso en una
repisa para que me enfriara. Luego mi creador me cepillo y me pinto. ¡El olor
de la pintura era horrible! ¡Sentía que me ahogaría! "¡Por favor
detente!" le gritaba yo a mi amo; pero el solo movía la cabeza haciendo un
gesto negativo y decía "Aguanta un poco mas, todavía no he
terminado.
Luego de terminar me metió en un
horno aun mas caliente y pensé que ya este era el fin. Después de haber salido
del segundo horno, mi amo me dio un espejo y me dijo: "¡Mírate, esta eres
tu!" Yo no podía creerlo, esa no podía ser yo. ¡Lo que veía era hermoso!
Mi amo nuevamente me dijo: ¡Ahora tu eres un producto terminado! "¡Eres lo
que yo tenía en mente cuando te comencé a formar!".
Dios nunca te va a tentar ni te
va a obligar a que vivas algo que no puedas soportar. Dios sabe lo que esta
haciendo con cada uno de nosotros. El es el artesano y nosotros somos el barro
con el cual el trabaja. El nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser
una pieza perfecta y podamos cumplir con nuestro propósito en la vida.
Las pruebas nos hacen fuertes,
sabios y nos dan la experiencia que la vida nos exige. Si estas pasando por
alguna situación difícil, es tiempo de volver a tu creador. El te dará las
fuerzas y el animo para continuar.
«Antes de darte la vida, ya te había yo
escogido; antes de que nacieras, ya te había yo apartado; te había destinado a
ser profeta de las naciones.» (Jeremías 1:5)
No te rindas, "Aguanta un
poco más, Dios aun no ha terminado su trabajo contigo"
¡Que tengas un día bendecido!
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