viernes, 17 de marzo de 2017

EL SACERDOTE





Y usted, ¿cómo quiere al sacerdote?

El sacerdote es del mismo BARRO que usted,
un espejo de las virtudes y defectos relacionados con su temperamento, su entorno familiar, preparación y del ambiente de su tiempo.

Pida a Dios que no sea como a usted le agrade, sino como lo necesita la iglesia.
Y a propósito, ¿Cuántos minutos ora al día por los sacerdotes?
¿Sabía usted que les aprovecha más una oración que una crítica?
¿Necesitamos quererlos como son ó que sean como queremos?

Yo quiero a mis amigos sacerdotes;
Como pastores, se que son un puente entre Dios y nosotros (con la gran responsabilidad que esto implica),
Como profesionales son licenciados, administradores y hombres sabios, que merecen dignamente prosperar y realizarse.
Como personas sociables tienen derecho a la cultura, las diversiones, a los amigos y las convivencias,
Como seres humanos en una sociedad tienen derecho de ser persona y desarrollarse en todos los ámbitos: hacer deporte, estudiar, desarrollar sus ideales, amar y tener a toda la feligresía como su familia.

El sacerdote puede ser víctima de juicios y prejuicios inútiles, puede ser el blanco de todas las miradas, de todas las opiniones y chismes.

Todos estamos sumergidos en una cultura en donde no nos han enseñado a defendernos con dignidad y el sacerdote no es la excepción.

Como el sacerdote no es perfecto:
Si es gordo, ha de ser un tragón;
Si es flaco ni para comer le alcanza.
Si es viejo, no nos comprende;
Si es joven, no tiene experiencia.
Si es alegre, ni parece padre;
Si es serio, es muy enojón.
Si es guapo, ¡que desperdicio!;
Si es feo, mejor se hubiera metido de gendarme.
Si es moreno, lo quieren blanco;
Si es chelito, ah! se cree de sangre azul.
Si es compresivo, no tiene carácter;
Si es rígido, ese padre es muy enérgico.
Si fuma o toma es un vicioso;
Si no lo hace, es que no es hombre.
Si canta bien, es un vanidoso;
Si canta mal, mejor que ni cante.
Si es activo, no nos deja descansar;
Si es tranquilo, este no es como el que se fue.
Si visita a las familias, es muy amiguero, y nunca está en la iglesia;
Si no sale, no busca a las almas.
Si va con los ricos, se quejan los pobres;
Si va con los pobres desprecia a los ricos.
Si trata más a los hombres, se quejan las mujeres;
Si atiende a las mujeres, lo critican los hombres.
Si convive con los niños, ¿no abusará de ellos?
Si toca algún instrumento musical "es un disipado";
Si no toca, es un bueno para nada.
Si nos cae mal, se juntan firmas para que lo cambien;
Cuando se va, se juntan firmas para que lo dejen.


Ora por ellos, ámalos, apóyalos y bendícelos, la mayoría hace su trabajo y tú ¿haces el tuyo?
¡APROVECHA MAS UNA ORACION QUE UNA CRITICA

¡LLAMALO SANTO SACERDOTE!

ORA MUCHO POR ELLOS, CONVIVE CON ELLOS,

NO LOS IDEALICES...APOYALOS!!!
  
Para mis hermanos, amigos, hijos y padres sacerdotes...:)

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