TÚ, SEÑOR, NOS PROTEGERÁS Y NOS LIBRARÁS (Salmo 12)
¡Sálvanos, Señor,
porque ya no hay gente buena,
ha desaparecido la lealtad entre los hombres!
No hacen más que mentirse unos a otros,
hablan con labios engañosos y doblez de corazón.
Que el Señor elimine los labios engañosos
y las lenguas jactanciosas de los que dicen:
"En la lengua está nuestra fuerza;
nuestros labios nos defienden, ¿quién nos dominará?"
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