“El
hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unidos que un
hermano” Prov 18:24
Un amigo quien le contemos lo nuestro es capaz de percibir lo que nosotros no podemos ver cuando las debilidades nos bloqueen la visión.
Esa persona sirve como un instrumento en las manos de Dios para promover nuestro crecimiento espiritual y velar por lo que sea mejor para nosotros.
Un amigo quien le contemos lo nuestro es capaz de percibir lo que nosotros no podemos ver cuando las debilidades nos bloqueen la visión.
Esa persona sirve como un instrumento en las manos de Dios para promover nuestro crecimiento espiritual y velar por lo que sea mejor para nosotros.
Al elegir a este tipo de confidente, busquemos que reúna las siguientes características:
1) Piadoso. Una persona que ande en el Espíritu ofrecerá la sabiduría verdadera basada en principios bíblicos, más que en una opinión personal
2) Fiable. Independientemente de lo que compartamos con esa persona, debemos estar seguro de que ésta mantendrá todo en la más estricta confidencialidad.
3) Tolerante. Debe permitir que sigamos siendo nosotros mismos, con nuestras debilidades y virtudes y no tratar de rehacernos en alguien “perfecto”.
4) Valiente. Un buen confidente confrontará con la verdad de manera amorosa, aun cuando eso duela (Ef 4.15).5)
Perdonador. Cuando cometamos errores, se fortalecerá la confianza por medio del perdón mutuo.
6) Edificante. No escojamos a alguien que tenga una actitud excesivamente crítica que nos haga sentirnos inútil.
El amor edifica y construye (Ef 4.29). Nunca destruye.
7) Alentador. Elijamos a alguien que se regocije con nosotros mientras nos anime.
Todos necesitamos de alguien que sea capaz de decir lo que debemos escuchar sin hacernos sentir amenazados.
Que Dios permita tener amigos como tú, que verdaderamente vale la pena!
Que Dios te bendiga siempre !
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