Nada revela más acerca de
nuestros corazones que nuestras palabras y acciones. Nuestro corazón contiene
las motivaciones de lo que hacemos y por qué lo hacemos. Nos sentimos alentados
por las escrituras pero prestamos poca atención a nuestros corazones con la
debida diligencia.
A medida que continuamos
creciendo en nuestra relación con Jesucristo, nuestro corazón se hará más
fuerte contra el pecado y más tierno hacia las personas, especialmente a los
perdidos.
Veamos 7
versículos de la Biblia que hablan sobre el corazón del hombre y la clave para
tenerlo como deseamos:
1) En el Corazón Se Guarda La Palabra.
“En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.” (Salmo 119: 11).
Memorizar la palabra de Dios con
regularidad permite a nuestros corazones tener en cuenta de las enseñanzas de
la Biblia. Esto es valioso para nosotros cuando nos enfrentamos a pruebas y
tentaciones. Podemos confiar en la palabra de Dios para animarnos,
fortalecernos y ayudarnos a vencer el mal.
La clave para
guardar su Palabra en nuestros corazones es elegir específicamente las
escrituras correctas para cada situación, de esta manera encontraremos en
nuestros corazones un tesoro de esperanza.
2) El Corazón Trae Alegría
“El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos.” (Proverbios 17:22).
Cuando tenemos alegría en
nuestros corazones, no se puede dejar de derramarla a los que están a nuestro
alrededor. Traemos la medicina de la alegría no porque la situación es grande,
sino porque Dios es más grande que cualquier situación. Nuestra alegría se
renueva cuando nos quedamos en la presencia de Dios a través de la oración y el
estudio de la Biblia.
La clave para tener
un corazón alegre es mantener nuestra mente enfocada en Dios y su gracia sobre
nuestras vidas.
3) El Corazón Nos lleva a La salvación
“Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” (Romanos 10:10).
La salvación comienza con un
corazón creyente. Está en nuestros corazones la capacidad de creer para que el
Espíritu Santo nos convenza de pecado y nos llame hacia la cruz.
Cuando elegimos responder con fe,
nuestros corazones son cambiados a través del poder del Espíritu Santo y nunca
más seremos los mismos.
La clave para que
nuestro corazón alcance la salvación es a través de aceptar el sacrificio del
Salvador Jesucristo por nuestros pecados.
4) El Corazón Establece Una Actitud De Entrega
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” (2 Corintios 9:7).
Ningún creyente debería ser
obligado a dar; más bien nuestros corazones deberían ser tocados por Dios para
dar como Él nos pide.
Le damos al reino de Dios no
porque esperamos conseguir algo a cambio, sino más bien damos de agradecimiento
por lo que el Señor nos ha dado.
La clave para dar
con un corazón alegre es recordar todas las muchas bendiciones que Dios ha
derramado sobre nosotros.
5) El Corazón está Guardado Por La Paz
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7).
Una de las mejores bendiciones de
ser un creyente en Jesucristo es la paz que se eleva por encima de cualquier
situación de la vida.
Mientras que otros están
preocupándose por todo en la vida, los creyentes tienen el poder del Espíritu
Santo para proteger sus corazones y sus mentes con la paz que no tiene
explicación humana. Tener paz permite a los creyentes pasar por situaciones
difíciles y dolorosas sin pesar.
La clave para tener
paz en nuestros corazones se manifiesta entregando todas nuestras oraciones a
Dios y confiar en Él para cuidar de cada una de ellas.
6) El Corazón Está Puesto En El cielo
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.” (Colosenses 3:1).
Cuando nuestros corazones están
puestos en el cielo, podemos elevarnos por encima de los problemas de este
mundo en nuestra vida. Podemos mirar al cielo y saber que nuestro Dios vive y
se mueve a nuestro alrededor. Enfocar nuestros corazones en las cosas de arriba
nos libera de las ataduras del materialismo y de buscar ganancias egoístas.
Nos mueve a vivir teniendo en
cuenta un destino celestial en todo momento.
La clave para tener
un corazón enfocado en el cielo es un dar un paso atrás y realinear todos
nuestros deseos con la palabra de Dios en mente.
7) El Corazón Está Motivado Para Trabajar
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;” (Colosenses 3:23).
Hay un mayor deseo de trabajar si
el foco permanece en Dios y no en el hombre. Mientras vivimos para complacer al
hombre, vamos a renunciar a los mayores propósitos de Dios para nuestras vidas.
Hay que esforzarse por una vida de trabajo para Dios sabiendo que nuestra
recompensa le incumbe exclusivamente a Él.
La clave para un
corazón que está motivado en el trabajo se basa en el conocimiento de que Dios
está en control.
¿Esta Tu Corazón Sano?
Así como el cuerpo no puede funcionar
bien sin un corazón sano, así tampoco el cristiano sin un corazón sano
espiritualmente, seremos lentos en nuestro trabajo, perderemos la fuerza al
escuchar la palabra de Dios, y tardaremos para reconocer su presencia.
Las disciplinas consistentes de la fe cristiana
como son la oración, La Comunión, el estudio de la Biblia, y el estar activo en
mi comunidad mantendrán nuestros corazones espirituales bombeando fuerte hacia
nuestro destino eterno del encuentro con el Padre Celestial.
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