viernes, 30 de junio de 2017

SI YO CAMBIO, TODO CAMBIA....JESÚS LO HACE..

Si yo cambiara mi manera de actuar ante los demás, los haría felices.
Si yo deseara siempre el bienestar de los demás, yo sería más feliz.
Si yo comprendiera plenamente mis errores y defectos, sería humilde y comprensivo con los otros.
Si yo cambiara el "tener" más por el "ser" más, ¡cuán dichoso sería!
Si yo cambiara el ser "yo" a ser "nosotros", comenzaría la civilización del amor.
Si yo siguiera decididamente a Jesús y su Evangelio, comenzaría a vivir la verdadera felicidad.
Si yo amara "en serio" a los demás, ellos cambiarían.
Si yo cambiara mi manera de pensar hacia los otros, los comprendería.
Si yo criticara menos y aplaudiera más, ¡cuántos amigos ganaría!
Si yo encontrara lo positivo en todos, ¡con qué alegría los trataría!
Si yo cambiara mi manera de tratar a los demás, tendría más amigos.
Si yo aceptara a todos como son, sufriría menos.
Si yo comprendiera que todos cometemos errores, sería más humilde.
Si yo tuviera más sentido del humor, relativizaría mis pequeños problemas.
Si yo pensase antes de decir y de hacer, me ahorraría muchas palabras y más de un fracaso.
Si yo fuese más «inteligente», no me quedaría en las apariencias de las personas y de las cosas.
Si yo mirase «más allá de mi ombligo», .vería a más de una persona que me necesita.
Si yo me esforzara siempre por hacer el bien a los demás, sería más feliz.
Si yo tuviera más en cuenta mis defectos, sería más comprensivo.
Si yo fuese menos autosuficiente, me enriquecería con lo bueno de los demás.
Si yo confiara más en Dios Padre, me sentiría como un niño en los brazos de un ser querido.
Si yo «comulgase» más y mejor con Cristo, sería capaz de «tragar a los que me caen gordos»
Si yo...
Si yo no puedo cambiar el mundo, sí que puedo cambiarme a mí mismo.Si yo cambiara mi manera de actuar ante los demás, los haría felices.
Si yo deseara siempre el bienestar de los demás, yo sería más feliz.
Si yo comprendiera plenamente mis errores y defectos, sería humilde y comprensivo con los otros.
Si yo cambiara el "tener" más por el "ser" más, ¡cuán dichoso sería!
Si yo cambiara el ser "yo" a ser "nosotros", comenzaría la civilización del amor.
Si yo siguiera decididamente a Jesús y su Evangelio, comenzaría a vivir la verdadera felicidad.
Si yo amara "en serio" a los demás, ellos cambiarían.
Si yo cambiara mi manera de pensar hacia los otros, los comprendería.
Si yo criticara menos y aplaudiera más, ¡cuántos amigos ganaría!
Si yo encontrara lo positivo en todos, ¡con qué alegría los trataría!
Si yo cambiara mi manera de tratar a los demás, tendría más amigos.
Si yo aceptara a todos como son, sufriría menos.
Si yo comprendiera que todos cometemos errores, sería más humilde.
Si yo tuviera más sentido del humor, relativizaría mis pequeños problemas.
Si yo pensase antes de decir y de hacer, me ahorraría muchas palabras y más de un fracaso.
Si yo fuese más «inteligente», no me quedaría en las apariencias de las personas y de las cosas.
Si yo mirase «más allá de mi ombligo», .vería a más de una persona que me necesita.
Si yo me esforzara siempre por hacer el bien a los demás, sería más feliz.
Si yo tuviera más en cuenta mis defectos, sería más comprensivo.
Si yo fuese menos autosuficiente, me enriquecería con lo bueno de los demás.
Si yo confiara más en Dios Padre, me sentiría como un niño en los brazos de un ser querido.
Si yo «comulgase» más y mejor con Cristo, sería capaz de «tragar a los que me caen gordos»
Si yo...
Si yo no puedo cambiar el mundo, sí que puedo cambiarme a mí mismo.

jueves, 29 de junio de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS....


LA HERMOSURA DE MARIA

“Una madre es algo tan grande y tan hermoso  que hasta Dios mismo quiso tener una... María!”
Y como a Dios nadie le gana en generosidad, desde la cruz le da al mundo ese regalo tan grande y tan hermoso que es “La Madre”....nos regala a María , Su Propia Madre!...
Podrá el mundo valorar alguna vez, la magnitud de tamaña herencia?...
Podremos acaso valorar la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, en una palabra , podremos conocer “Ese màs allà de todo conocimiento , que es el Amor de Cristo? (Ef:3:18).

María es el cáliz viviente que llevó a Jesús hecho hostia en su vientre.
María albergó en su seno a Aquel a quien ni los cielos ni la tierra pueden contener.
María le dió la vida a Quien es La Vida.
María dió a luz a Quien es La Luz del Mundo.
María alimento con sus pechos virginales a Quien es El Pan Vivo 
bajado del cielo.
María le enseñó a dar los primeros pasos a Quien es El camino.
María explicó las verdades de la Fe a Quien es La Verdad.
María le enseñó a balbucear las primeras sílabas a Quien es El Verbo de Dios.
María en Caná de Galilea le "adelanta la hora” a Quien es Eterno....a Quien es El Alfa y la Omega.
Podremos medir el valor y la hermosura de ésta Madre?
Ese Cristo agonizante, en testamento postrero nos dice: “Hijo, he ahí a Tu Madre”....y desde ese momento María nos da a luz en el doloroso parto del Calvario.
Desde ese momento, el camino más directo para llegar a Jesús, ¡pasa por María!

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS......


miércoles, 28 de junio de 2017

DIOS ES GRANDE (Salmo 75)

Dios es bien conocido en Judá,
su Nombre es grande en Israel.
En Jerusalén está su Tienda de campaña,
en Sión se levanta su Morada.
Allí quebró las flechas fulgurantes del arco,
el escudo, la espada y las armas de guerra. Pausa
¡Tú eres resplandeciente, majestuoso!
Montañas de botín fueron arrebatadas
a los valientes,
que ya duermen el sueño de la muerte:
a los guerreros no les respondieron los brazos.
Por tu amenaza, Dios de Jacob,
quedaron inmóviles los carros de guerra
y los caballos.
Sólo tú eres temible:
¿quién podrá resistir delante de ti
al ímpetu de tu ira?
Desde el cielo proclamas la sentencia:
la tierra tiembla y enmudece,
cuando te alzas para el juicio, Señor,
para salvar a los humildes de la tierra. Pausa
Sí, el furor de los hombres tendrá que alabarte,
los que sobrevivan al castigo te festejarán.
Hagan votos al Señor, su Dios, y cúmplanlos;
los que están a su alrededor,
traigan regalos al Temible,
al que deja sin aliento a los príncipes
y es temible para los reyes de la tierra.


HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.....


martes, 27 de junio de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS......


TU RECIBES LO QUE DAS DE CORAZÓN

Un día, un muchacho pobre que vendía mercancías de puerta en puerta para pagar sus estudios universitarios, encontró que sólo le quedaba una simple moneda de diez centavos y tenía hambre.

Decidió que pediría comida en la próxima casa. Sin embargo, sus nervios lo traicionaron cuando una encantadora mujer joven le abrió la puerta. En lugar de comida pidió un vaso de agua.

Ella pensó que el joven parecía hambriento, así que le trajo un gran vaso de leche.
El lo bebió despacio, y entonces le preguntó:
-¿Cuánto le debo?-
-No me debes nada- contestó ella. -Mi madre siempre nos ha enseñado a no aceptar nunca un pago por un acto de caridad-.
El le dijo... -Entonces, se lo agradezco de todo corazón...!-

Cuando Howard Kelly se fue de la casa, no sólo se sintió más fuerte, si no que también su fe en Dios y en los hombres era más fuerte. El había estado a punto de rendirse y dejarlo todo.

Años después, esa mujer enfermó gravemente. Los doctores locales estaban confundidos. Finalmente le enviaron a la gran ciudad. Llamaron al Dr. Howard Kelly para consultarle. Cuando este oyó el nombre del pueblo de donde venía la paciente, una extraña luz lleno sus ojos.

Inmediatamente, el Dr. Kelly subió del vestíbulo del hospital a su cuarto. Vestido con su bata de doctor entró a verla y la reconoció enseguida. Regresó al cuarto de observación determinado a hacer lo máximo posible para salvar su vida. Desde ese día, él prestó la mejor atención a este caso. Después de una larga lucha, ella ganó la batalla..! Estaba totalmente recuperada..!

Como la paciente ya estaba sana y salva, el Dr Kelly pidió a la oficina de
administración del hospital que le enviaran la factura total de los gastos para aprobarla.
Él la revisó y la firmó. Además, escribió algo en el borde de la factura y la envió al cuarto de la paciente.

La cuenta llegó al cuarto de la paciente, pero ella temía abrirla, porque sabía que le tomaría el resto de su vida para poder pagar todos los gastos. Finalmente la abrió, y algo llamó su atención: En el borde de la factura leyó estas palabras...

"Pagado por completo hace muchos años con un vaso de leche". (Firmado) Dr. Howard Kelly

Lágrimas de alegría inundaron sus ojos y su feliz corazón oró así: "Gracias, Dios, porque tu amor se ha manifestado en las manos y los corazones humanos".



lunes, 26 de junio de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.....


DIOS TE LLAMA POR AMOR

“Cuando el amor de Dios obtiene la voluntad del alma, produce en ella un insaciable deseo de trabajar por el Amado”.  (San Juan Crisóstomo)
Ya es tiempo que dejemos de autocriticarnos y dejemos de llegar a la falsa conclusión de que no somos lo “suficientemente buenos” como para merecer ser llamados por Dios, pues Él, que te creó a ti, no se equivocó. Ya es tiempo que dejemos esas veces que nos autoexcluimos de sus planes, que son sabios y perfectos, sin darnos cuenta que Él no nos ha llamado para señalarnos o reprocharnos, ni castigarnos y, mucho menos, para desecharnos, sino para hacer de nosotros algo que nuestra mente nunca pudo imaginar: Engrandecer su Reino.
Jesús predicaba a grandes multitudes que estaban atentos a sus palabras, pero Jesús tenía planeado mostrarle algo maravilloso a uno de los que llegarían a ser punta de lanza cuando Él faltara: Pedro, pescador de profesión… para él, Jesús tenía otros planes.
De igual manera, Dios que te llama constantemente, tiene otros planes para ti; a veces vamos por la vida creyendo que ya hicimos todo para tratar de solucionar esto, para arreglar aquello, vencer ese obstáculo, ganarle al problema… Pero en ocasiones nos olvidamos que la última palabra la tiene el Señor y, por muy “ilógica” que nos parezca su voluntad, siempre, la mejor respuesta, la encontraremos obedeciendo su palabra.
Que mejor satisfacción, que mejor respuesta a todo esto (a todo aquello, al obstáculo, al problema, a toda dificultad…) que ver con nuestros propios ojos el resultado de corresponder el llamado de Dios. Que nunca se nos olvide que Dios actúa mediante misterios de amor tan grandes como Él, que su poder es ilimitado y “aquello”, lo que para nosotros parece imposible, para Dios es posible, si Él así lo quiere. Y en este momento Él ha querido, está decidido a llamarte a servir, Él sabe que no es imposible que tú lo hagas… Cuando Dios te llama, es porque eres el indicado.
Ya es tiempo que dejemos de decirle a Dios, “APARTATE DE MI, PORQUE SOY UN PECADOR”; ya no reaccionemos de esta manera, dejemos de considerarnos que no somos tan buenos como para estar cerca de Él, como para ser llamados por Él. ¿Quién dijo que Dios vino a buscar a los buenos?, ¿Quién dijo que Dios vino a buscar a los capacitados?… Dios no vino a buscar a los que se creen buenos, Él vino a buscarnos a todos nosotros que, por nuestra naturaleza humana, tan frágil, somos pecadores, para hacer de nosotros lo que Él tenía planeado, para avergonzar a lo sabio de este mundo (1ª Cor. 1,27) y demostrar que lo único que Él necesita para utilizarnos es nuestro corazón contrito y humillado.
Todos nosotros hemos pensado después de haber fallado, luego de haber caído y sentir “vergüenza” de haber pecado, que tenemos que alejarnos de Dios. Olvidamos que ese Dios Omnipotente también es Omnipresente, Él lo sabe, sabe cuándo le hemos fallado y cuando Dios nos vio, lo hizo con ojos de amor; vio en nosotros más la capacidad especial para realizar el servicio para el cual nos ha llamado y al cual nos designó desde antes de nuestro nacimiento. A pesar de todo, a Dios no le importan tanto los errores que teníamos o que tendremos, precisamente eso nos hace ser más capaces de ser testigos de su misericordia, Dios más bien ve nuestros corazones, debemos esforzarnos por presentarlos humildes y sinceros, capaces de reconocer errores y de dejarse guiar por su voz divina.
Por eso, recuerda a Jesús diciéndote hoy, mañana y siempre: No tengas miedo yo estoy contigo siempre a donde quiera que vayas ¡De ahora en adelante, serás mi pescador de hombres!… Es posible que leyendo esto o en los últimos días te hayas sentido indigno del amor y del llamado de Dios, pero Dios quiere decirte en este preciso momento a tu corazón que no te hizo digno por algún merito que humanamente hayas hecho, sino más bien porque Te Amó desde un principio y tal es su amor por ti, que envió a su Hijo para que con su sangre, todos tus pecados, faltas y desméritos sean borrados y para que seas digno del Reino de los cielos… Tú vales la Sangre de Cristo.
Es hora de entender que cuando Dios quiere usarte, no lo hace por tu “perfección”, pues Dios te llama para llevarte progresivamente a la perfección (santidad). Recuerda cada vez que sientas el llamado de Dios, cuando Él te busque, es porque eres el indicado para ese trabajo; Dios nunca se equivoca, cuando te llama de manera personal, Él nunca vacila sobre lo que tiene para ti y ha de cumplir contigo lo que un día se propuso.
Dios te llama para hacerte pescador de hombres; lo que un día Él decidió para ti, ten fe que se cumplirá, porque Dios en su infinita misericordia te escogió para engrandecer su Reino y usarte en gran manera. Dios te ha buscado, te perdonó, te ha llamado y está cada día perfeccionando la obra en ti; deja de sentir que no eres lo suficientemente bueno como para corresponder el llamado, Dios vio más allá de lo que tus ojos humanos pueden ver y se dio cuenta que eres un arma poderosa en sus manos, lo único que tienes que hacer es creer y dejarte usar por Él.


viernes, 23 de junio de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR.......


SEÑOR TU ERES MI ESCUDO PROTECTOR (Salmo 3)


Señor, ¡qué numerosos son mis adversarios,
cuántos los que se levantan contra mí! 
¡Cuántos son los que dicen de mí:
"Dios ya no quiere salvarlo"!
Pero tú eres mi escudo protector y mi gloria,
tú mantienes erguida mi cabeza.
Invoco al Señor en alta voz
y él me responde desde su santa Montaña.
Yo me acuesto y me duermo,
y me despierto tranquilo
porque el Señor me sostiene.
No temo a la multitud innumerable,
apostada contra mí por todas partes.
¡Levántate, Señor!
¡Sálvame, Dios mío!
Tú golpeas en la mejilla a mis enemigos
y rompes los dientes de los malvados.
¡En ti, Señor, está la salvación,
y tu bendición sobre tu pueblo! Pausa

jueves, 22 de junio de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.......


EN ESE PRECISO MOMENTO DIOS ESTA AHÍ....

Hubo un momento en el que creías que la tristeza sería eterna... pero volviste a sorprenderte a ti mismo riendo sin parar.

Hubo un momento en el que dejaste de creer en el amor y luego... apareció esa persona y no pudiste dejar de amarla cada día más.
Hubo un momento en el que la amistad parecía no existir... y conociste a ese amigo/a que te hizo reír y llorar, en los mejores y en los peores momentos.
Hubo un momento en el que estabas seguro que la comunicación con alguien se había perdido... y fue luego cuando el cartero visitó el buzón de tu casa.

Hubo un momento en el que una pelea prometía ser eterna... y sin dejarte ni siquiera entristecerte terminó en un abrazo.

Hubo un momento en que un examen parecía imposible de pasar... y hoy es un examen más que aprobaste en tu carrera.

Hubo un momento en el que dudaste de encontrar un buen trabajo... y hoy puedes darte el lujo de ahorrar para el futuro.

Hubo un momento en el que sentiste que no podrías hacer algo... y hoy te sorprendes a ti mismo haciéndolo.

Hubo un momento en el que creíste que nadie podía comprenderte... y te quedaste boquiabierto mientras alguien parecía leer tu corazón.

Así como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, nunca olvides que aún habrá momentos en que lo imposible se tornará un sueño hecho realidad. Pídele por ello al Señor.

Nunca dejes de soñar, porque soñar es el principio de un sueño hecho realidad.

¡QUE LA DISTANCIA A TUS METAS SEA LA MISMA QUE EXISTE ENTRE DIOS Y TU  CORAZÓN!

miércoles, 21 de junio de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.......


COMO ORAR, CUANDO TE SIENTES SIN ANIMO Y SIN GANAS....

Nuestra vida sufre frecuentes variaciones. A veces estamos entusiastas, y otras veces desanimados, No tenemos ganas de orar. ¿Qué hacemos?

¿No sientes ganas o ánimos de orar?

Nuestra vida emotiva, afectiva y sentimental sufre frecuentes variaciones. A veces estamos entusiastas, a veces nos encontramos desanimados, vacíos interiormente. No tenemos ganas de orar. ¿Qué hacer en esos casos? ¿Nos imponemos un deber o esperamos a un mejor momento?
No es una respuesta fácil la que se puede hacer a esta pregunta, porque las circunstancias de la vida son muy variadas, pero con frecuencia todos nosotros nos encontramos en situaciones anímicas poco favorables a la oración.

¿Qué hacer cuando no tenemos ganas de orar?

La oración siempre supondrá un cierto esfuerzo. Normalmente la vida de oración requiere empeño y si rezamos sólo cuando sentimos que todo va viento en popa, entonces sólo rezaríamos en pocos momentos de nuestra vida.
Hay que aprender a unirnos a Dios en cualquier circunstancia de la vida y a esforzarse por orar aunque nuestro estado de ánimo no sea lo favorable que nosotros quisiéramos.
Es muy útil proponerse por ello un tiempo de oración diario y si es posible escoger también un momento apropiado del día en el que se hará oración mental.
Con ello no hay que caer en un error voluntarista que todo lo deja al esfuerzo humano, pero una antropología realista invita a suponer que, aunque hay sin duda ninguna períodos en los que orar es fácil e incluso nos causa deleite espiritual, en otras muchas circunstancias la oración es un trabajo en el que hay que poner a calentar no sólo los motores del alma, sino de toda nuestra personalidad para unirnos con Dios.

La oración es más necesaria en momentos de vacío

Mi consejo por ello es que precisamente porque nos podemos encontrar desganados o vacíos interiormente es que necesitamos más de orar.
El demonio puede fácilmente inducirnos a dejar la oración para un período en el que todo se nos presente fácil y gustoso, período que a veces no llegará y por ello los momentos de oración se irán relegando hasta quizás desaparecer del mapa de nuestra vida.
San Ignacio de Loyola habla en sus ejercicios espirituales del "diametrum per oppositum", es decir, actuar de forma contraria a lo que nos conduzca una inclinación desviada o pasión.
Algo semejante se puede aplicar a la oración: si estamos desganados es entonces cuando hay que hacer más oración para llenar el alma de la presencia divina y abrirnos con mayor docilidad a la acción del Espíritu en ella.


Padre. Pedro Barrajón,

martes, 20 de junio de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.....


DEN GRACIAS AL ÚNICO QUE HACE MARAVILLAS (Salmo 135)

¡Den gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterno su amor!
¡Den gracias al Dios de los dioses,
porque es eterno su amor!
¡Den gracias al Señor de los señores,
porque es eterno su amor! 

Al único que hace maravillas,
¡porque es eterno su amor!
al que hizo los cielos sabiamente,
¡porque es eterno su amor!
al que afirmó la tierra sobre las aguas,
¡porque es eterno su amor!
Al que hizo los grandes astros,
¡porque es eterno su amor!
el sol, para gobernar el día,
¡porque es eterno su amor!
la luna y las estrellas para gobernar la noche,
¡porque es eterno su amor! 


Al que hirió a los primogénitos de Egipto,
¡porque es eterno su amor!
 y sacó de allí a su pueblo,  
¡porque es eterno su amor!
con mano fuerte y brazo poderoso,
¡porque es eterno su amor!
Al que abrió en dos partes el Mar Rojo,
¡porque es eterno su amor!
al que hizo pasar por el medio a Israel,
¡porque es eterno su amor!
y hundió en el Mar Rojo
al Faraón con sus tropas,
¡porque es eterno su amor!
Al que guió a su pueblo por el desierto,
¡porque es eterno su amor!
al que derrotó a reyes poderosos,
¡porque es eterno su amor!
y dio muerte a reyes temibles,
¡porque es eterno su amor!
a Sijón, rey de los amorreos,
¡porque es eterno su amor!
y a Og, rey de Basán,
¡porque es eterno su amor!
Al que dio sus territorios en herencia,
¡porque es eterno su amor!
en herencia a Israel, su servidor,
¡porque es eterno su amor!
al que en nuestra humillación
se acordó de nosotros,
¡porque es eterno su amor!
y nos libró de nuestros opresores,
¡porque es eterno su amor! 


Al que da el alimento a todos los vivientes,
¡porque es eterno su amor!
¡Den gracias al Señor del cielo,
porque es eterno su amor!


lunes, 19 de junio de 2017

DIOS RECOMPENSA AL CIENTO POR UNO......

Un día llamaron a la puerta de un convento, y abrió el hermano portero llamado Pedro. Este vio con asombro que un hortelano de las tierras de al lado le entregaba un hermoso racimo de uvas tan grande que le causó admiración, diciéndole:
-Hermano: te regalo este racimo de uvas en agradecimiento por la buena atención que me prestas cada vez que vengo al convento-.
Sin pensarlo dos veces el hermano portero le dio las gracias por tan precioso regalo y le dijo que no tardarían mucho en dar cuenta de él.
Apenas salió el hortelano del convento, Pedro lavó el racimo y lo dejó escurrir en un clavo que había colgado en la pared, mirándolo con alegría por el gran festín que le esperaba. En el convento, había un hermano enfermo que no gustaba de comer nada, debido a su enfermedad. Pedro pensó que sería una buena obra alegrarle el día a este enfermo y de paso llenarle el estómago, tan necesitado de alimento. Sin pensarlo mucho, descolgó el racimo de uvas y se fue a la enfermería a regalárselo. El enfermo, al ver el racimo abrió los ojos sobresaltado al ver su gran tamaño, y el portero le dijo:
- Hermano Matías, me han regalado este racimo, pero pensando en tu enfermedad y sabiendo que no te apetece comer nada, quizás estas uvas te abran el apetito-. El hermano Matías le agradeció de corazón que se hubiese acordado de él, diciéndole que si se moría le tendría muy presente cuando estuviera en el Cielo con Nuestro Señor.
Pedro le buscó una fuente donde le colocó el racimo para que fuera picando cuando gustara. Dejándolo solo, se fue para la portería pensando en la obra que había hecho por su hermano Matías. El enfermo cogió el racimo como pudo e iba a dar buena cuenta de él, pero pensó que si lo dejaba haría un buen sacrificio para remisión de sus pecados y bien de su alma y decidió no comerlo y dárselo al hermano enfermero, que le atendía con tanta caridad y se desvivía por él por las noches.
Llamó al hermano enfermero y este pensó que le sucedía algo, por la insistencia en que le llamaba.
- Hermano Esteban, me ha traído el hermano Pedro este racimo para que lo degustara pensando en mi enfermedad, pero pensé que, ya que no me entra nada en el estómago y pudiérase que me hiciera daño, he pensado que te lo comas tú, que te portas tan bien conmigo-.
El Hermano Esteban insistía en que intentara comérselo pero cuanto más insistía el enfermero más lo rechazaba el enfermo. Este decidió comérselo en su celda dándole las gracias por tan precioso regalo. Y mientras caminaba hacia su celda, pensó que mejor que comérselo él, se lo daría al Hermano cocinero que bien se esmeraba para que todos lo frailes comieran lo poco que les llegaba de la huerta y de donativos. Bajó a la cocina y encontrándose con Buenaventura, el hermano cocinero, y topándose de bruces con él y el racimo le dijo:
- mira lo que me han regalado, pero te lo regalo a ti para que saborees estas uvas tan hermosas, como hermoso es tu corazón.
El hermano Buenaventura - quitándole importancia a lo que decía, le insistió que se lo diera mejor al prior ya que era tan responsable con la comunidad. Y así fue pasando el racimo de hermano en hermano por todo el convento, hasta que llegó de nuevo a la portería donde el hermano portero, extrañado y perplejo por el suceso decidió que no diera más vueltas el racimo de uvas, y ni corto ni perezoso se lo comió con tal gusto que le parecieron las uvas más sabrosas que jamás hubiera comido.
Cuando miras por el bien de los demás y dejas lo tuyo para ayudar otros, el Señor te lo devuelve colmado y no el 20 ni el 30 sino el ciento por uno.


HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS......


jueves, 15 de junio de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS......


PORQUE CREO EN JESÚS, CREO EN LA IGLESIA

“Yo te digo que Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré Mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mt. 16, 18)  
Hoy, como ayer y siempre, siempre es Cristo y suya es la Iglesia, por Él, por su voluntad, es que ahora podemos decir con santo orgullo “soy Católico y remo Mar Adentro, junto a Pedro, porque pertenezco a la Iglesia de Cristo”.
Desde antiguo hemos escuchado “todos los caminos llevan a Roma”  el corazón de la Iglesia ha estado literalmente presente en Roma, en un instante de la eternidad en que los ojos del alma no han podido evitar echar un vistazo de fe hacia la Basílica de San Pedro; seguramente, junto a tantas oraciones ofrecidas por el Papa,  todo cristiano ha escuchado, con voz fuerte y de amor, las palabras de Jesús hacia un pescador convertido en piedra: “YO TE DIGO, TU ERES PEDRO…”.
Jesús dirige estas palabras, no solo al sucesor de San Pedro, sino también a su Pueblo, a ti y a mí, a todo creyente, como señalando al Papa Francisco: “Miren, Él es Pedro, es la piedra sobre la que edifico mi Iglesia; sí, la Iglesia es mía y por eso sigue adelante y yo estoy con ella hasta el fin de los tiempos, por eso las puertas del infierno no prevalecen sobre ella”. Desde los inicios de la Iglesia, los discípulos de Jesucristo siempre miraron a Pedro, con respeto y con amor, como el primero de los Apóstoles; el mismo San Pablo acudió a Jerusalén a encontrarse con Pedro y la Colina Vaticana, desde épocas antiguas, siempre fue lugar de peregrinación y encuentro para todo cristiano en torno a San Pedro.
Son muchas las noticias que han inundado nuestro mundo en estos días: cada día y en cada lugar ocurren guerras, tragedias y dificultades de toda índole… Nuestro mundo es de locos y aunque pareciese que el dolor, el odio, la guerra y la tragedia triunfan, la Iglesia hoy como siempre levanta la cruz victoriosa de Cristo, cruz de amor, de paz, de alegría, de esperanza. Allí donde pareciera haber tinieblas, la luz vence a las sombras, por lo que sin temor a duda podemos decir que “la cruz permanece firme mientras el mundo da vueltas”.
Muchos, medios de comunicación, políticos, hermanos “cristianos” separados y demás, creen presenciar en estos días el declive de la Iglesia Católica, realzando en sus apreciaciones los escándalos y problemáticas que la aquejan como Institución; cada vez, el mundo nos ha querido presentar un rostro oscuro de la Iglesia, centrándose en su frágil humanidad, pero olvidando lo que todo cristiano sabe: La Iglesia es de Cristo, el ha subido a la “Barca”, no se ha bajado y aunque parezca dormido, siempre se alzará para calmar la tempestad que la aqueja y llevarla a puerto seguro.
La Iglesia está viva. Sí, vive, porque Cristo está vivo, porque el Espíritu Santo “dador de vida”, la alienta y conduce. Vive en el Papa, en los pastores, en los fieles. Vive en la Palabra Eterna de Cristo, en la Eucaristía, en la Comunión de los Santos. Vive en el Corazón de Jesús que la quiso para sí, como su esposa. ¡Católico, que hermosa época en la que nos ha tocado nacer!… Aunque muchos te digan “Creo en Jesús pero no en la Iglesia”, tú diles “PORQUE CREO EN JESÚS, CREO EN LA IGLESIA”; y si crees en la Iglesia, estas con el Papa. No te avergüences del Evangelio, no niegues la catolicidad de tu fe, con la frente en alto y junto al Papa Francisco, rememos “mar adentro” y anunciemos el Evangelio a toda la creación.
El Papa  Benedicto XVI djo: “Siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino Suya y no la dejará hundirse. Es Él quien la conduce, por supuesto, a través de los hombres que ha elegido. Esta es una certeza que nada puede ofuscar. Y es por ello que mi corazón está lleno de agradecimiento a Dios, porque no le falta a toda la Iglesia, ni a mí, su consuelo, su luz y su amor”. Al Papa Francisco y a la Iglesia no les faltará Tu consuelo, Tu luz, ni Tu amor, amado Jesús, porque “Tuyo es el Reino, Tuyo es el Poder y la Gloria, por siempre Señor”.
Por eso siempre, atiende a la primera petición del Papa Francisco: Ora por Él. Guarda en tu oración una esquinita de plegaria por el Papa Francisco y también por Benedicto XVI, a ejemplo suyo. Te motivo a que nuevamente reces un Padrenuestro, un Ave María y el Gloria por estos dos hombres de Dios. ¿Lo hiciste? ¿Qué tal si lo hacemos todos los días, de ahora en adelante? Acepta el reto, ora intensamente y no te canses, que el Papa no está solo, cuenta contigo y también conmigo. Ora por tu hermano, por la Iglesia, por el mundo, por los gobernantes, por tu patria, por nuestros pastores, por nuestras familias, todos juntos, como Iglesia del Señor “Emprendamos este camino, un camino de caridad, amor, hermandad, confianza entre nosotros, oremos siempre unos por otros”.
Escrito por el colaborador de Católicos Con Acción: Ernesto Martínez

miércoles, 14 de junio de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS........


DICHOSO EL QUE HONRA AL SEÑOR (Salmo 112)


Aleluya! 
Feliz el hombre que teme al Señor
y se complace en sus mandamientos.
Su descendencia será fuerte en la tierra:
la posteridad de los justos es bendecida.
En su casa habrá abundancia y riqueza,
su generosidad permanecerá para siempre.
Para los buenos brilla una luz en las tinieblas:
es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo.
Dichoso el que se compadece y da prestado,
y administra sus negocios con rectitud.
El justo no vacilará jamás,
su recuerdo permanecerá para siempre.
No tendrá que temer malas noticias:
su corazón está firme, confiado en el Señor.
Su ánimo está seguro, y no temerá,
hasta que vea la derrota de sus enemigos.
Él da abundantemente a los pobres:
su generosidad permanecerá para siempre, 2 Corintios 9, 9
y alzará su frente con dignidad.
El malvado, al verlo, se enfurece,
rechinan sus dientes y se consume;
pero la ambición de los malvados se frustrará.

lunes, 12 de junio de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.......


PASE LO QUE PASE, NO PIERDES TU VALOR (Reflexiones)

Alfredo, con el rostro abatido de pesar, se reúne con su amiga Marisa en un restaurante para tomar un café. Deprimido, descargó en ella sus angustias... que si el trabajo, la crisis actual, la escasez de dinero, la relación con su pareja, su vocación... todo parecía ir mal en su vida.
Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 100 euros y le dijo: -"Alfredo, ¿quieres este billete?"
Alfredo, un poco confundido al principio, le dijo: -"Claro Marisa... son 100 euros, ¿quién no los querría?" Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo.
Mostrando la estrujada pelotita verde a Alfredo, volvió a preguntarle: -"¿Y ahora lo quieres igual?"
-"Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 100 euros. Claro que los tomaré si me lo entregas."
Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado. -"¿Lo sigues queriendo?"
-"Mira Marisa, sigo sin entender qué pretendes, pero ese es un billete de 100 euros y mientras no lo rompas, conserva su valor..."
-"Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee, SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido... Lo que debes preguntarte es CUÁNTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado".
Alfredo se quedó mirando a Marisa sin atinar con palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro. Marisa puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó: -"Toma, guárdalo para que te acuerdes de esto cuando te sientas mal... Pero me debes un billete nuevo de 100 euros para poder usarlo con el próximo amigo que lo necesite!" Le dio un beso en la mejilla a Alfredo -quien aún no había pronunciado palabra- y levantándose de su silla se alejó rumbo a la puerta.
Alfredo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada energía llamó al camarero para pagar la cuenta.

viernes, 9 de junio de 2017

ES POSIBLE ESTAR LIBRE DE PECADO??

“Tenemos que aprender a ser intransigentes con el pecado, comenzando por los nuestros, e indulgentes con las personas” Papa Benedicto XVI
Aunque muchas veces no lo manifestemos, esta es una de las preguntas que internamente siempre nos hacemos: ¿Es posible estar libre de pecado? Desde nuestras perspectivas complacientes, todos desearíamos que el pecado no existiera, que no afectara nuestra vida, nuestras acciones, que pudiéramos actuar libremente y sin remordimiento de saber que no es lo correcto… Pero, pensándolo bien, ¿realmente seríamos felices? O simplemente “estaríamos” felices dentro de nuestra propia burbuja de la felicidad, porque está claro que no estaríamos actuando bajo la voluntad de Dios sino la nuestra, andaríamos por el mundo como ovejas rebeldes sin Pastor, sin guía; el mundo no sería uno, sino millones de mundos dentro un solo planeta tierra.
Somos imperfectos, porque el único perfecto es Dios; y a veces, de forma inconsciente y de manera inevitable, tendemos a caer en el pecado, lo que dificulta comprender el significado correcto del término “estar libres de pecado”. Para empezar, es importante saber que estar libres de pecado no quiere decir que nunca más volveremos a pecar, sino que nuestra alma puede estar libre del cautiverio en el que el pecado puede atraparnos y alejarnos parcial o totalmente de Dios.
Es importante recordar que el pecado no solo se cuela en algunas de nuestras acciones, sino también en nuestros pensamientos y actitudes, y, en un sentido más completo, en todo lo que carece de la Santidad de Dios. Jesús, a través de su muerte, liberó nuestro espíritu de las cadenas del pecado, no obstante, diariamente estamos expuestos al pecado de la carne. Esta es nuestra lucha, con este debemos acabar para encarrilar nuestra vida al sendero Santo del Señor.
Pero, ¿cuál es la forma correcta? La única forma de terminar con el pecado en la carne es siguiendo los mismos pasos de Jesús: Él es nuestro guía, nuestro precursor, Él abrió un camino a través de la carne para que le siguiéramos. En tiempos antiguos se creía que las pasiones y emociones se originaban en el cuerpo, por eso se utilizan las palabras espíritu y carne” para describir esta lucha, entre las fuerzas que nos impulsan al mal y nuestro espíritu que anhela que hagamos lo correcto. Esto no quiere decir que nuestros cuerpos físicos son malvados y la fuente del pecado, sino que estamos en la lucha constante con nosotros mismos.
“Tenemos que aprender a ser intransigentes con el pecado, comenzando por los nuestros, e indulgentes con las personas”, exhortaba el Papa Benedicto XVI.
“El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra” (Jn 8, 1-11).
De seguro todos hemos leído o escuchado en algún momento este pasaje bíblico, el cual enmarca perfectamente en el contexto que estamos desarrollando. Es lamentable como muchas veces caemos en una zona de confort, donde el pecado ya es parte natural de nuestra vida, que nos otorga la potestad de acusar a otros sin siquiera tomar en cuenta nuestras propias faltas, nuestras acciones negativas, nuestros errores que están fuera de lo que Dios tiene en nuestro plan de vida. El que castiga, también comete faltas, pero quien debe recibir el castigo, tiene también la posibilidad de recibir el perdón.
Un cristiano auténtico es aquel que se deja iluminar por la gracia de Jesucristo, se reconoce pecador y necesitado de misericordia, además de ser consciente de que no le corresponde juzgar, castigar o condenar a su prójimo, más bien, vivir en plenitud del Amor y de la Misericordia Divina.
Nos enseña el Papa Benedicto XVI que “La misericordia de Dios es la expresión de su inmenso amor. No condena al pecador, a ningún hombre o ninguna mujer, sino que exige retomar constantemente el camino de la reconversión a Él usando como herramienta especialísima el Sacramento de la Reconciliación”.
Recordemos que nunca es demasiado tarde para comenzar de nuevo con Dios, nuestra alma puede estar libre de pecado, aunque nuestro cuerpo todavía peque. Sin embargo, estar libre de pecado en nuestra alma quiere decir que también debemos buscar la libertad en nuestro cuerpo, aunque no lo podamos lograr de manera permanente.
San Pablo escribió: “Cuanto más se multiplicó el pecado, más abundó la gracia; de modo que, si el pecado trajo el reinado de la muerte, también la gracia reinará y nos obtendrá, por medio de nuestro Señor Jesucristo, la salvación que lleva a la vida eterna” (Rom. 5, 20-21).
De este modo, cuando te encuentres ante una lucha interior, haz unos momentos de oración, pide al Espíritu Santo que te permita discernir con claridad entre el bien y el mal, y elegir activamente el bien. Recuerda que Dios siempre te dará su gracia para vencer el pecado y que, si fallas, es comprensivo y está dispuesto a perdonarte.
¡Ábrete a su perdón y renueva tu compromiso de serle siempre fiel!

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.....


jueves, 8 de junio de 2017

ABRE TU BOCA Y LA LLENARE CON MI PALABRA. (Salmo 81)

Oigo una voz desconocida que dice:
"Abre tu boca y la llenaré con mi palabra.
Yo quité el peso de tus espaldas
y tus manos quedaron libres de la carga.
Clamaste en la aflicción, y te salvé;
te respondí oculto entre los truenos,
aunque me provocaste junto a las aguas de Meribá.  
Oye, pueblo mío, yo atestiguo contra ti,
¡ojalá me escucharas, Israel!
No tendrás ningún dios extraño,
no adorarás a ningún dios extranjero: 
 
yo, el Señor, soy tu Dios,
que te hice subir de la tierra de Egipto.
Pero mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no me quiso obedecer:
por eso los entregué a su obstinación,
para que se dejaran llevar por sus caprichos.
¡Ojalá mi pueblo me escuchara,
e Israel siguiera mis caminos!
Yo sometería a sus adversarios en un instante,
y volvería mi mano contra sus opresores.
Los enemigos del Señor tendrían que adularlo,
y ese sería su destino para siempre;
yo alimentaría a mi pueblo con lo mejor del trigo
y lo saciaría con miel silvestre".

miércoles, 7 de junio de 2017

QUE NO TE PAREZCA EXTRAÑO....

¿No te parece extraño cómo un billete de 20$ "parece" tan grande cuando lo llevas a la Iglesia, pero tan pequeño cuando lo llevas a las tiendas?
¿No te parece extraño cuán larga parece una hora cuando oímos hablar de Dios, pero cuán corta cuando un equipo juega al fútbol por "solo" 90 minutos?
¿No te parece extraño cuán larga parece una hora cuando estás en la Iglesia, pero qué corta es cuando estás divirtiéndote en algún lugar?
¿No te parece extraño que no puedes pensar en algo que decir cuando rezas, pero no tienes ninguna dificultad en pensar cosas de qué conversar con un amigo?
¿No te parece extraño cuánto nos emocionamos cuando un partido de fútbol llega a la prórroga y se extiende un tiempo extra, pero nos quejamos cuando el sermón es un poquito más largo que lo usual?
¿No te parece extraño lo difícil que es leer un capítulo de la Biblia, pero qué fácil es leer 100 tweets o 100 whatsapps al día?
¿No te parece extraño cómo las personas desean los asientos del frente en cualquier partido o concierto, pero hasta se esfuerzan para buscar los asientos de atrás en las iglesias?
¿No te parece extraño que necesitemos 2 o 3 semanas de aviso para incluir un evento de la Iglesia en nuestra agenda, pero podemos ajustar nuestra agenda para otros eventos en el último momento?
¿No te parece extraño lo difícil que es aprender una verdad simple del Evangelio para compartirla con otros, pero qué fácil es para las mismas personas entender y repetir un chisme?
¿No te parece extraño cómo creemos rápida y facilmente lo que dicen los periódicos y las redes sociales, pero cuestionamos lo que dice la Biblia?
¿No te parece extraño que todos quieran ir al cielo, siempre y cuando no tengan que creer, o pensar, o decir, o hacer alguna cosa que requiera esfuerzo?
¿No te parece extraño cómo podemos enviar miles de chistes por whatsapp y se esparcen como reguero de pólvora, pero cuando empezamos a enviar mensajes acerca de Dios, la gente lo piensa dos veces antes de compartirlos con otros?
Es extraño, ¿no te parece?...
No tengas miedo de hablar de Dios y dar gracias al Señor porque Él es bueno!


HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS......


lunes, 5 de junio de 2017

QUE HACER EN EL MOMENTO DE LAS PRUEBAS

En algún momento de nuestro caminar espiritual nos llega la hora de la prueba, esa hora en la que la fe debe ser probada en el fuego, para ser purificada como el oro y llegar a ser mucho más valiosa que el mismo (cf. 1 P 1, 7). Es esa tan temida y dolorosa hora, en la que el alma se siente perdida, rechazada, no amada y empieza a desfallecer; muchos santos han pasado por esta prueba, su fe ha sido refinada en el horno de la desolación y el olvido, atrapada en el calor sofocante del “desierto espiritual”, abandonada en la soledad de la “noche oscura del alma”, como la llamaba San Juan de la Cruz.
“es un momento de la vida espiritual en el que la persona es purificada antes de la unión íntima y transformante con Cristo”. Tal vez estés pasando en estos momentos por una situación similar, en la que no sientes nada, en la que parece que Dios no existiera, en la que la fe no cobra sentido, ¡prepárate para la prueba!, si logras pasarla, verás el rostro de Dios.
A finales de la primera década del año 2000, estalló una gran polémica en la que la Madre Teresa y su fe fueron protagonistas y cuestionadas, por la publicación de unas cartas privadas de ella, dirigidas a sus consejeros espirituales, en las que describía detalladamente el sufrimiento que atravesó la mayor parte de su vida, e incluso hasta su muerte, por la vivencia de una dolorosa noche oscura del alma.
Madre Teresa pasaba por una prueba de fe, un “desierto espiritual”, no una carencia o adormecimiento en la fe, ni por un “Alzheimer espiritual”; es importante resaltar la diferencia entre ambas situaciones, pues aunque confundibles son totalmente opuestos: Un desierto espiritual es una experiencia de Dios, una prueba divina, que tiene un fin santificante, en el que la gracia divina asiste al alma para no dejarla corromper o caer en el pecado; en cambio, un adormecimiento en la fe, o “Alzheimer espiritual”, es una tentación en la que fácilmente cae la persona que deja de nutrir su relación con Dios, que poco a poco deja de buscarlo y se va alejando de Él, hasta el punto de olvidarse de Dios y volver a su vida en el pecado y el rechazo voluntario de la fe.
Debemos hacer un profundo discernimiento y examen de conciencia, para saber si en verdad estamos atravesando una noche oscura del alma o simplemente nos estamos durmiendo en la fe. Si te descubres en el medio de un verdadero y árido “desierto” del alma, en el testimonio de la Madre Teresa podemos encontrar el camino de vuelta al tiernísimo Corazón de Jesús del que nos sentimos desterrados: No dejemos de hacer lo que tenemos que hacer.
¿Y qué es esto que tenemos que hacer? ¡Amar! Es nuestro mandato: Amar como Cristo, amar sin medidas, esto es, amar más allá de nuestras emociones, de nuestras carencias y nuestros dolores, tener la determinación de amar. La Madre Teresa demostró que “el amor está en la voluntad, no en el sentimiento”, como decía su postulador.
Es menester que continuemos el camino que ya hemos empezado a recorrer; es necesario mantenernos firmes en medio de la prueba y fieles en medio de la duda. La Madre Teresa de Calcuta tuvo su época de mayor trabajo entre los pobres por la extensión del Reino de Dios en medio del sufrimiento de su prueba de fe. Aunque no sentía nada, aunque aseguraba haber perdido la fe, aunque el dolor era tan grande al sentirse abandonada por Jesús que llegó a exclamar: “Señor, Dios mío, ¿quién soy yo para que tú me abandones? La niña de tu amor y ahora convertida en la más odiada, la que tú has desechado como despreciada, no amada”… Ella continúo la obra que había empezado, porque seguía convencida de que era obra del mismo Dios, no suya.
Y aún, en medio de tanta aflicción y de llegar incluso a dudar de la existencia de Dios, ella continuaba orando por horas frente al Sagrario, como extasiada, según el testimonio de personas que la vieron así. Ella no dejó nunca de buscar la presencia de Dios, porque el dolor que la atormentaba era mayor a causa de su anhelo insaciable de Dios, más que por el mismo vacío que sentía
.
En su experiencia tan dura y a la vez tan tierna y conmovedora, podemos encontrar 3 vías infalibles para avanzar en medio del desierto y llegar de vuelta a los brazos amorosos del Padre:
 1.  LA ORACIÓN FERVOROSA Y CONSTANTE:
Madre Teresa sentía un dolor tan incomprensible, incluso para ella, que no podía expresarlo ni siquiera a las personas en quienes más confiaba; sin embargo, cuando oraba las palabras le fluían con naturalidad, pues su sufrimiento era comprendido sólo por su Jesús. En la oración encontraba la fuerza de la gracia divina, que la hacía amar Su Voluntad y vivir una alegría que no sentía.
Oraba ella de manera tan humilde y sincera, que oraba incluso cuando aseguraba no rezar; cada palabra era movida por su inmenso amor y entrega a Dios aun cuando se sentía no amada por Él. Así oraba en una carta a su director espiritual: «Quiero a Dios con todas las fuerzas de mi alma y, sin embargo, allí entre nosotros, hay una terrible separación. Ya no rezo más, pronuncio las palabras de las oraciones comunitarias y hago todo lo posible por sacar de cada palabra la dulzura que tiene que dar. Pero mi oración de unión ya no está ahí. Ya no rezo. Mi alma no es una Contigo y sin embargo cuando estoy sola en las calles, te hablo durante horas de mi anhelo por Ti. Qué íntimas son aquellas palabras y sin embargo tan vacías, porque me dejan lejos de Ti.»
 2. EL TRABAJO APOSTÓLICO INCANSABLE:
Decía la Beata Teresa de Calcuta en su oración: «Hago todo lo que puedo. Me desvivo, pero estoy más que convencida de que la obra no es mía. No dudo que fuiste Tú quien me llamó, con muchísimo amor y fuerza. Fuiste Tú, lo sé. Es por esto que la obra es Tuya y eres Tú incluso ahora, pero no tengo fe, no creo. (…) De corazón y con toda el alma, trabajaré para las Hermanas porque son Tuyas. Todas y cada una son Tuyas».
Así bien, no dejes de hacer lo que tienes que hacer, Dios te ha escogido para hacer por medio de ti Su obra, es Él el que la mantiene y es por medio de ti. Sigue trabajando con la certeza de que la obra es de Dios, aférrate al pensamiento de que, aunque no parezca, Dios debe ser verdad, pues una obra tan maravillosa y una experiencia tan incomprensible sólo puede venir de un autor divino.
 3 .BUSCA LA AYUDA DE UN SACERDOTE:
La Madre Teresa escribió al padre Picachy, su consejero espiritual: «Rece por mí, Padre, dentro de mí hay muchísimo sufrimiento. Rece por mí para que no niegue nada a Dios en esta hora. No quiero hacerlo, pero temo que lo pueda hacer.» En esos momentos tan difíciles en los que se prueba la fe, siempre es necesario el apoyo, consejos y oración de un sacerdote amigo que actúa en nombre de Cristo por el bien de tu alma.
Finalmente, no te olvides de que Dios tiene un propósito de salvación para ti y para muchas almas por medio de esta prueba. Transita este desierto abandonándote a Dios, aun cuando lo sintieras tan lejos e incierto, Su gracia llevará esta obra a buen término.
«Si mi separación de Ti lleva a otros a Ti y en su amor y su compañía encuentras alegría y placer, entonces Jesús, estoy dispuesta con todo mi corazón a sufrir lo que sufro no sólo ahora, sino por toda la eternidad, si esto fuera posible. Tu felicidad es lo único que quiero. Por lo demás por favor no Te molestes incluso si me ves desmayar de dolor. Es mi voluntad, quiero saciar Tu Sed con cada gota de sangre que Tú puedas encontrar en mí. No me permitas que Te haga daño de ninguna manera, quítame el poder de herirte. (…) Te suplico sólo una cosa: por favor no te preocupes por volver pronto. Estoy dispuesta a esperarte toda la eternidad. Tu pequeña.» (Beata Teresa de Calcuta)