Mi Señor, quiero hacer tuya mi vida, ajustar todas mis metas y
objetivos a tu voluntad y a tus designios de amor, para que hagas tu
obra en mí y me ayudes a salir confiado asumiendo mis responsabilidades
en tu proyecto de salvación.
Tu mano sanadora es necesaria para que yo
pueda salir adelante. Por ello, hoy te pido que me liberes de mis
egoísmos y de esos sentimientos de inseguridad y de miedo que me hacen
perder el horizonte de vida y aturden mi corazón.
Yo creo en Ti, Buen Señor, pero aumenta mi fe, quiero que sea firme
como la roca y para mantenerla así, debo acercarme a Ti, abrirte mi
corazón y tocar tus llagas con toda la confianza del mundo.
No quiero
una fe tambaleante que paralice mis sentidos y me haga clavar la duda a
mi alma, llenándome de nuevo de angustias y desesperos. Quiero que seas
para siempre mi escudo y mi roca, mi fortaleza firme y segura.
Amen.
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