jueves, 6 de octubre de 2016

QUE GRANDE ES MI DIOS ( Salmo 70 )


¡Líbrame, Dios mío!
¡Señor, ven pronto a socorrerme!
Que se avergüencen y sean humillados
los que quieren acabar con mi vida.
Que retrocedan confundidos
los que desean mi ruina;
que vuelvan la espalda avergonzados
los que se ríen de mí.
Que se alegren y se regocijen en ti
todos los que te buscan;
y digan siempre los que desean tu victoria:
"¡Qué grande es nuestro Dios!"
Yo soy pobre y miserable:
ven pronto, Dios mío;
tú eres mi ayuda y mi libertador,
¡no tardes, Señor!

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