Muéstrame, Señor, el camino de tus preceptos,
y yo los cumpliré a la perfección.
Instrúyeme, para que observe tu ley
y la cumpla de todo corazón.
Condúceme por la senda de tus mandamientos,
porque en ella tengo puesta mi alegría.
Inclina mi corazón hacia tus prescripciones
y no hacia la codicia.
Aparta mi vista de las cosas vanas;
vivifícame con tu palabra.
Cumple conmigo tu promesa,
la que hiciste a tus fieles.
Aparta de mí el oprobio que temo,
porque tus juicios son benignos.
Yo deseo tus mandamientos:
vivifícame por tu justicia.
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