miércoles, 31 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESUS.....


NUESTRA AYUDA ESTA EN EL SEÑOR (Salmo 124)

Los que confían en el Señor 
son como el monte Sión, 
que permanece inconmovible para siempre. 
Jerusalén está rodeada de montañas: 
así rodea el Señor a su pueblo, 
desde ahora y para siempre. 
No permanecerá el cetro de los malvados 
sobre la herencia de los justos; 
no sea que también los justos 
inclinen sus manos a la maldad. 
Colma de bienes, Señor, a los buenos 
y a los rectos de corazón. 
¡Que el Señor haga ir con los malvados 
a los que se desvían por caminos tortuosos! 
¡Paz a Israel!


martes, 30 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.......


LAS CADENAS DE ORACIÓN, LO QUE DEBEMOS TENER EN CUENTA..

Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos” (Mt 18, 19).
Aquí el Señor Jesucristo nos hace ver la importancia de unirnos en la oración por una intención particular; y Él no pone condiciones a la hora de invitar a sus discípulos a ponerse de acuerdo al orar.
Quien quiera unirse a una intención de oración, por ejemplo del Papa, puede hacer la oración que quiera, a la hora y lugar que quiera; así como hacerla solo o acompañado o unido a alguien en la distancia a una hora convenida o no.
Pero hay que saber distinguir la diferencia entre unirse en oración por una intención concreta y real, aunque las personas no se conozcan, y hacer parte de una cadena de oración.
Hoy más que nunca, gracias a internet, se ha incrementado la difusión de cadenas de oración que para lograr unos fines determinados amenazan con un castigo a quien no las siga o tratan de imponer algo.
La Iglesia no acepta que se instrumentalice la oración, quitándole valor e importancia, con fines no santos.
En este sentido las cadenas de oración son censurables, y lo son por dos motivos:
  1. En primer lugar, garantizan desgracia a quien no las haga, o las interrumpa temporal o definitivamente, o no las reenvíe. Y sustentan esta amenaza citando, obviamente, falsos ejemplos o testimonios. Quien advierte estas cosas, en nombre de Dios, es un falso profeta y peca gravemente. Nadie puede ponerse a amenazar en nombre de Dios.
  2. En segundo lugar, estas cadenas engañan pues obligan a la gente a hacer mal uso de la oración, desvirtuándola o banalizándola. Este es el verdadero objetivo de este tipo de cadenas de oración. Y este objetivo se logra con el supuesto gancho del beneficio personal si se participa; en este sentido las cadenas de oración sonsuperstición.
Vincular desgracia, condena o premio a una cadena de oración no va de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia; además el premio y la condena no están en la participación o no en dichas cadenas.
Estas cadenas de oración son una superstición más pues se le atribuye a la simple materialidad de dichas oraciones una eficacia que no tienen.
Nos lo recuerda el catecismo: “Atribuir (a ciertas prácticas) su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición” (n. 2111).
Toda superstición es un serio problema al poner la confianza en prácticas ridículas, siendo de consecuencia una ofensa a Dios en cuanto se desconfía de Él.
La superstición va contra el primer mandamiento de la ley de Dios y es señal clara de que la verdadera fe es inexistente; donde decae la religión crece la superstición.
Así, no solo comete falta quien envía y difunde estas cadenas de oración sino también quien cree en ellas.
De todo lo anterior se desprenden varios errores:
  1. Un primer error es valerse de una supuesta necesidad ajena para beneficio personal.
  2. Otro error de estas cadenas es que son recetas o fórmulas para conseguir resultados en detrimento de la fe. La magia pretende conseguir algo a través de fórmulas que deben realizarse al pie de la letra para obtener el resultado deseado. Y el camino de fe se abandona para entrar en la senda de la magia.
  3. Estas cadenas de oración son un grave error porque “se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias” (Catecismo, 2111).
  4. Otro problema es el asunto de la amenaza por la no realización de una práctica intrascendente: es inaceptable. Esto sugiere tener un miedo infundado a Dios por solicitudes hechas por hombres, que pretenden hablar en su nombre.
  5. Un error más de estas cadenas de oración es la difusión de oraciones e imágenes que contienen errores teológicos. Esto es serio pues las personas que no posean una fe muy sólida y bien fundamentada pueden caer en un error o ahondar en otro, en detrimento de una sana oración y de una correcta relación con Dios.
  6. Un sexto problema de recurrir a estas prácticas y basar la fe en ellas, es el abandono de Dios en detrimento de nuestra salvación. Cuando nos damos cuenta que Dios no responde al agitar nuestra varita mágica, cuando vemos que Dios no cumple lo que le pedimos viene el desencanto y la frustración.
  7. Un séptimo error está en que se quiere “motivar” a los demás a propagar una cadena para conseguir lo anhelado de una manera fácil, rápida y eficaz, aun por encima del cumplimiento de la voluntad de Dios; voluntad que el buen seguidor de Cristo tiene que concretar, aun con esfuerzo, en su diario vivir.
  8. Un último problema, y no menos importante y que no hay que excluir aunque no sea de carácter religioso, es que estas cadenas, cuando son enviadas por e-mail, se usan con frecuencia para buscar información, difundir virus informáticos, etc.
Todo se centra en dos errores: A Dios no se le ponen plazos, ni Él responde a las exigencias que le hacemos; exigencias que le hacemos desconociendo sus planes para con nosotros a través de su divina providencia y sabiduría.
La motivación de la oración a favor de alguien deber ser el amor. Se ora por verdadero amor al hermano o hermana en la fe que sufre.
Y se ora sin olvidar que la oración se debe acomodar a la voluntad de Dios. Nunca podemos presionar a Dios para que Él realice lo que deseamos; la oración simplemente es para ponernos en sus manos, para poner en su corazón amoroso nuestra vida y nuestros destinos, “como un niño en brazos de su madre” (Sal 131, 2).
Debemos tener presente que no podemos manipular a Dios. Él no actúa de acuerdo a la voluntad humana. Dios no es un dispensador de milagros y la relación con Él se basa en la confianza.
Nosotros debemos estar en comunión con Dios en cualquier circunstancia de la vida. Quien confía en Dios lo reconoce como Padre y sabe que el triunfo está asegurado, pero no al estilo de los hombres según una lógica humana.
El que confía en Dios tiene la certeza en su corazón de que la cruz no es el final del camino. El que confía en Dios sabe que aunque las cosas no marchen bien, Él nunca nos desampara.
No se trata de asegurarnos las cosas mediante nuestras acciones, recursos o medios, sino tener la seguridad de sabernos amados por Dios; es importante creer en la paternidad de Dios y en su providencia.
Difundamos el amor de Dios sin condicionamientos como Jesús nos enseñó. La auténtica oración es una solicitud a la omnipotencia de Dios hecha con confianza, pero también con el más absoluto respeto a su voluntad.
Por tanto hay que decir: “No a estas cadenas de oración”. Y que nadie se sienta mal o culpable o en pecado si ignora dichas cadenas.
Sigamos mejor en una vida de discipulado, en obediencia a los mandamientos, en fe, oración y en el amor a Dios y a los demás.
Escrito Por Henry Vargas Holguíni

lunes, 29 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS........


NADA ES IMPOSIBLE PARA DIOS!!

¡Los científicos dicen que no puede ocurrir!  ¡Es imposible!
La teoría de la aerodinámica es muy clara. Los abejorros no pueden volar.
Se debe al tamaño, el peso y la forma del cuerpo del abejorro no está en relación al tamaño de sus alas, lo que, aerodinámicamente, hace imposible que pueda volar.
El abejorro es demasiado pesado, ancho y largo para volar con alas tan pequeñas.
Sin embargo, el abejorro sabe todas esas proporciones y datos científicos y vuela.
Dios creó al abejorro y le enseñó a volar. Obviamente que el abejorro no le preguntó a Dios sobre el problema de la aerodinámica.
Él, simplemente, voló. Tampoco le preguntó a Dios si sabía lo que estaba haciendo.  Él, simplemente, voló.  No se preguntó si Dios lo amaba, al darle esas alas tan pequeñas.  Él, simplemente, voló.
Cuando Dios nos creó nos equipó para la vida que tenemos por delante.  Dios sabe los planes que tiene para nuestra vida.
Como nos ama, nos prometió estar con nosotros, enseñarnos, guiarnos, ser nuestra roca.  Todo lo que tenemos que hacer es confiar y obedecer.
Dios no está limitado por nuestra comprensión de cómo suceden las cosas. Sólo porque no vemos algo, no significa que no sea real.
La fe es, verdaderamente, la sustancia de las cosas que no se ven.  A veces, la vida es inexplicable y sucede lo imposible.
No siempre podemos explicar las cosas.
Y el hecho de que no entendamos cómo se hace algo, no significa que el Dios Todo poderoso no pueda hacerlo.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.  Filipenses 4:13

viernes, 26 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.........


EL HACE OIR SU VOZ PODEROSA. (Salmo 67)

¡Bendito sea el Señor, el Dios de nuestra salvación!
Él carga con nosotros día tras día; Pausa
él es el Dios que nos salva
y nos hace escapar de la muerte.
Sí, Dios aplastará la cabeza de sus enemigos,
el cráneo de los que se obstinan en sus delitos.
Dice el Señor: "Los traeré de Basan,
los traeré desde los abismos del mar,
para que hundas tus pies en la sangre del enemigo
y la lengua de tus perros también tenga su parte". 


Ya apareció tu cortejo, Señor,
el cortejo de mi Rey y mi Dios hacia el Santuario:
los cantores van al frente, los músicos, detrás;
las jóvenes, en medio, van tocando el tamboril.
¡Bendigan al Señor en medio de la asamblea!
¡Bendigan al Señor desde la fuente de Israel!
Allí Benjamín, el más pequeño, abre la marcha
con los príncipes de Judá, vestidos de brocado,
con los príncipes de Zabulón
y los príncipes de Neftalí. 

Tu Dios ha desplegado tu poder:
¡sé fuerte, Dios, tú que has actuado por nosotros!
A causa de tu Templo, que está en Jerusalén,
los reyes te presentarán tributo.
Reprime a la Fiera de los juncos,
al tropel de los toros y terneros:
que esos pueblos se rindan a tus pies,
trayendo lingotes de oro.
El Señor dispersó a los pueblos guerreros;
telas preciosas llegan de Egipto
y Etiopía, con sus propias manos,
presenta sus dones a Dios. 

¡Canten al Señor, reinos de la tierra,
entonen un himno al Señor, Pausa
al que cabalga por el cielo,
por el cielo antiquísimo!
Él hace oír su voz poderosa,
¡reconozcan el poder del Señor!
Su majestad brilla sobre Israel
y su poder, sobre las nubes.
Tú eres temible, Señor, desde tus santuarios.
El Dios de Israel concede a su pueblo
el poder y la fuerza.
¡Bendito sea Dios!


jueves, 25 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.........


LA SABIDURÍA DEL SILENCIO

Nuestras palabras tienen poder para construir o para destruir. Éstas pueden generar paz, concordia, comodidad, consuelo, pero también pueden generar odio, resentimiento, angustia, tristeza y mucho más. “Hasta al necio, si calla, se le tiene por sabio, por inteligente, si cierra los labios” (Pr 17, 28).
El silencio es valioso, y cuando estamos en una situación difícil necesitamos escuchar más que hablar, pensar más que actuar, meditar más que correr. Tanto la palabra como el silencio revelan nuestro ser, nuestra alma, aquello que está dentro de nosotros.
Jesús dijo que “de lo que rebosa el corazón habla su boca” (Lc 6, 45). Basta conversar durante algunos minutos con una persona para conocer su interior revelado por sus palabras; de ahí la importancia de saber escuchar al otro con paciencia para poder conocer de verdad su alma. Sin ello, corremos el riesgo de etiquetar rápidamente a la persona con adjetivos negativos.
Sabemos que las palabras son más poderosas que los cañones; estas provocan revoluciones, conversiones y muchas otros cambios. La Biblia, muchas veces, llama nuestra atención sobre la fuerza de nuestras palabras. “El hombre halla alegría en la respuesta de su boca; una palabra a tiempo, ¡qué cosa más buena!” (Pr 15, 23).
Cuánta discordia existe en las familias y en las comunidades a causa de los chismes, las calumnias, las injurias, las murmuraciones. Es necesario aprender que cuando nos equivocamos por nuestras palabras, cuando éstas hieren injustamente al hermano, tenemos que tener el valor sagrado de ir hasta él y pedirle perdón.
Jesús dice que seremos juzgados por nuestras palabras: “Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del Juicio. Porque por tus palabras serás declarado justo y por tus palabras serás condenado”. (Mt 12, 36-37).
Nuestras palabras deben ser “buenas”, es decir, siempre generar bienestar, la edificación del alma, el consuelo del corazón; la corrección necesaria con caridad. Si no fuera así, es mejor callar.
San Pablo tiene una enseñanza concreta sobre cuándo y cómo usar la belleza de ese don que Dios nos dio que es la palabra: “No salga de vuestra boca palabra dañina, sino la que sea conveniente para edificar según la necesidad y hacer el bien a los que os escuchen” (Ef 4, 29).
Nos equivocamos mucho con nuestras palabras, pero ¿por qué?
En primer lugar porque somos orgullosos, queremos enseguida “tener la palabra” frente a los demás; mal interpretamos el problema o el asunto y queremos dar “nuestra opinión”, que muchas veces es vacía, insensata, porque es inmadura, irreflexiva.
Otras veces, nos equivocamos porque hablamos con “la sangre caliente”; cuando el alma está agitada. En ese momento, la grandeza del alma consiste en callar, en contener la furia, en dominar el ego herido y buscar fortaleza en el silencio.
Habla con sinceridad, reacciona con sentido común, sin exaltación y sin rabia, y expresa tu opinión con cautela, después de haber entendido bien lo que está en discusión. Muchas veces, en los debates, nos cansamos de ver a mucha gente hablando y poca dispuesta a escuchar.
Los grandes hombres son quienes abren la boca cuando los demás ya no tienen nada más que decir. Pero para eso, es necesario ejercitar la voluntad; se necesita la gracia de Dios porque nuestra naturaleza por sí sola no se contiene.
Dios nos habla en el silencio, cuando la agitación del alma ha terminado; cuando la brisa suave ha sustituido a la tempestad; cuando Su palabra cala hondo en nuestra alma; porque “es eficaz y capaz de escrutar los pensamientos de nuestro corazón” (cf Heb 4,12).

miércoles, 24 de mayo de 2017

TODO LO QUE DIOS HACE ES BUENO...

El único sobreviviente de un naufragio llegó a la playa de una diminuta y deshabitada isla. Pidió fervientemente a Dios ser rescatado, y cada día escudriñaba el horizonte buscando ayuda, pero no parecía llegar.

Cansado, finalmente optó por construirse una cabaña de madera para protegerse de los elementos de la naturaleza y almacenar sus pocas pertenencias.

Entonces un día, después de merodear por la isla en busca de alimento, regresó a su casa para encontrar su cabañita envuelta en llamas, con el humo ascendiendo hasta el cielo. Lo peor había ocurrido, lo había perdido todo.

Quedó anonadado de tristeza y rabia. - Dios, ¿cómo pudiste hacerme esto?, se lamentó. Sin embargo, al día siguiente fue despertado por el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Habían venido a rescatarlo.

- ¿Cómo supieron que estaba aquí?, preguntó el cansado hombre a sus salvadores. 
- Vimos su señal de humo, contestaron ellos.

Es fácil descorazonarse cuando las cosas marchan mal, pero no debemos desanimarnos porque Dios trabaja en nuestras vidas aún en medio del dolor y el sufrimiento. Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar. Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.

Recuerda la próxima vez que tu cabaña se vuelva humo, puede ser la señal de que la ayuda y gracia de Dios vienen en camino. ¡No te rindas!


HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS......


martes, 23 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.....


MUESTRA, OH DIOS, TU GLORIA SOBRE LA TIERRA (Salmo 56)

Ten piedad de mí, Dios mío, ten piedad,
porque mi alma se refugia en ti;
yo me refugio a la sombra de tus alas
hasta que pase la desgracia.

Invocaré a Dios, el Altísimo,
al Dios que lo hace todo por mí:
él me enviará la salvación desde el cielo
y humillará a los que me atacan.
¡Que Dios envíe su amor y su fidelidad! Pausa
Yo estoy tendido en medio de leones
que devoran con avidez a los hombres;
sus dientes son lanzas y flechas,
su lengua, una espada afilada.
¡Levántate, Dios, por encima del cielo,
y que tu gloria cubra toda la tierra.




lunes, 22 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.......


¿ DE QUE TAMAÑO DEBE SER MI AMOR ?

Esta pregunta tiene sólo una respuesta: ¡del tamaño del Amor de Dios! Pero entonces surge otra interrogante, un tanto más difícil de contestar: ¿Y de qué tamaño es el Amor de Dios?
Muchas veces hemos tratado de responder esta pregunta tan confusa, hay canciones populares en la Iglesia que, de forma dinámica y simple, vislumbran un poco la respuesta que se halla detrás del velo de nuestros ojos limitados; nos dicen que el Amor del Señor es «tan alto que no puedo estar arriba de él, tan bajo que no puedo estar debajo de él, tan ancho que no puedo estar afuera de él. ¡Grande es el Amor de Dios!». Ciertamente, sabemos que Su Amor es grande, tan grande como Él mismo, pues Dios es amor (Cf. 1° Jn. 4, 8); y como Dios es eterno e infinito, y su misma esencia es el amor, entonces Su Amor es como Él: Eterno e infinito.
Sin embargo, lo eterno, lo infinito es un concepto que se escapa de la comprensión de nuestra razón finita y limitada. Es por esto que, no pretendo dar una respuesta en unas pocas y humanas palabras a una pregunta cuya respuesta conoceremos a plenitud sólo el día en el que ese velo, que la cubre, se rasgue y podamos gozarnos en la mirada del rostro del Dios de la Eternidad, cuando nuestro ser destinado a la muerte, pase a formar parte de lo eterno de Dios y Su Reino. Con estas pocas y humanas palabras, deseo traer el amor divino a una tierna y sencilla expresión humana, pues ya lo hizo Jesús dejando todo el Amor Eterno de Dios en un humilde y cercano pedazo de pan y en unas cuantas gotas de vino.
La expresión más divina y a la vez más humana del Amor de Dios que en este caso quiero resaltar, es la Misericordia. éste es sin duda un impulso del Espíritu Santo que guía a la Santa Iglesia. La Misericordia, en palabras del mismo Francisco, es «el secreto de Dios», pues cuando practicamos obras de misericordia o somos sujeto de ellas, es cuando estamos más cerca del rostro del Dios-Amor, y, aunque aún tras un velo, ese divino rostro se va descubriendo más y más.
Nuestro amor ha de ser del tamaño de la Misericordia de Dios, de ese Amor Suyo que es capaz de esperar pacientemente a la puerta de nuestro corazón y tocar incesantemente, ese Amor que confía en que su amada oirá su voz y le abrirá, ese Amor que incluso mete la mano por el agujero de la puerta y conmueve al corazón más duro, ese Amor que quiere entrar y quedarse con el que le abre.
El Amor y la Misericordia de Dios son del tamaño de la espera que aguarda silenciosa y pacientemente al que ha hecho sujeto de Su Amor, mientras más larga es la espera, más demuestra su Amor, porque como nos dice San Pablo «El amor es paciente» (Cf. 1° Cor. 13, 4), y Él nos ha estado esperando amorosamente desde hace dos mil años.
Nuestro amor debe ser del tamaño del Amor de Dios, que se traduce en Misericordia paciente y sincera. Nuestro amor debe ser del tamaño del tiempo que nos quedemos consolando y compartiendo, con el que Dios ama y vive aún sumergido en su miseria. Cuanto más nos quedemos orando, consolando, visitando, compartiendo, escuchando, abrazando y riendo con la persona amada, tanto más mostraremos el Amor de Dios que es eterno. Pero todo esto con alegría, porque el amor es alegre; y la prueba de que de verdad estamos amando como Dios, es que la persona quedará llena de la alegría plena que trae todo encuentro con Dios.
“El que practica misericordia, que lo haga con alegría.” (Rm. 12, 8)

domingo, 21 de mayo de 2017

MADRE ERES TERNURA (Cancion Letra y video)


Bendiciones para Todos, Aqui la cancion de la semana....
Especialmente para las Madres, porque son como María madre de nuestro salvador.







viernes, 19 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.....


LA VERDADERA FELICIDAD ESTA EN DIOS

Esta vida actual es muy exigente, quizás te estás esforzando en obtener logros materiales y éxitos laborales… ¿pero, has pensado en que nos pasamos la vida acumulando cosas que muchas veces no llegamos a disfrutar?
Si lo único que acumulas a lo largo de tu vida son posesiones materiales, cuando llegue el día en que tu reloj se detenga, como a todos nos llegara el momento, sentirás que viviste en vano al no poder llevarte nada de lo que has logrado amontonar.
Siempre me sorprende que, a medida que los hombres y mujeres que tienen éxito material se acercan a la vejez, empiezan a ser más serviciales, ha donar dinero, ha crear fundaciones de beneficencia ¡en fin!
Muchas personas no disfrutaron su juventud por estar ocupados en amontonar para su vejez. Pero al llegar a la vejez, en la mayoría de los casos, se dan cuenta que la vida les ofreció un poco mas. ¿Acaso no has observado el patrón que la mayoría sigue? cuando se acerca su vejez, empiezan a ser más espirituales, y a crear instituciones que sirvan a las personas, a los animales o al medio ambiente.
Descubren al acercarse el final de su vida, que lo único verdadero y que llena de satisfacción personal es servir y ayudar a los demás. Con esto no te digo que no te prepares, que no ahorres, que no te traces metas, claro que si, pero mi punto es que vivas la vida, no que la vida te viva a ti. 
El servir a los demás es uno de los mayores privilegios que la vida nos puede regalar. Sea con lo mucho que tengas o con lo poco que poseas. El mar esta lleno de pequeñas gotas de agua, este mundo esta lleno de pequeños corazones tratando de hacerlo un poco más habitable. 

Vive, sirve y sonríe... 
Alguien a tu alrededor necesita tu mano.

jueves, 18 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS....


MI FELICIDAD ES ESTAR JUNTO A DIOS ( Salmo 42 )

¡Qué bueno es Dios para Israel,
para los limpios de corazón!
Pero casi se desvían mis pasos,
faltó poco para que diera un traspié,
porque tuve envidia de los presuntuosos,
al ver la prosperidad de los malvados.
Para ellos no hay sufrimientos,
su cuerpo está sano y robusto;
no comparten las penas de los hombres
ni son golpeados como los demás.
Por eso, el orgullo es su collar
y la violencia, el manto que los cubre;
la malicia se les sale por los poros,
su corazón rebosa de malos propósitos.
Se burlan y hablan con maldad;
desde lo alto, amenazan con prepotencia;
su boca se insolenta contra el cielo
y su lengua se pasea por la tierra.
Por eso, el pueblo de Dios se vuelve hacia ellos,
y beben el agua a raudales.
Ellos dicen: "¿Acaso Dios lo va a saber?
¿Se va a enterar el Altísimo?"
Así son esos malvados
y, siempre tranquilos, acrecientan sus riquezas. 

Entonces, ¿en vano mantuve puro mi corazón
y lavé mis manos en señal de inocencia?
Porque yo era golpeado todo el día
y cada mañana soportaba mi castigo.
Si hubiera dicho: "Voy a hablar como ellos",
habría traicionado al linaje de tus hijos.
Yo reflexionaba, tratando de entenderlo,
pero me resultaba demasiado difícil.
¡Hasta que entré en el Santuario de Dios
y comprendí el fin que les espera!
Sí, tú los pones en un terreno resbaladizo
y los precipitas en la ruina.
¡Qué pronto quedan devastados
y acaban consumidos por el horror!
Son como un sueño al despertar, Señor:
al levantarte, disipas hasta su imagen.
Cuando se agriaba mi corazón
y me torturaba en mi interior,
yo era un necio y no comprendía,
era como un animal ante ti. 

Pero yo estoy siempre contigo,
tú me has tomado de la mano derecha;
me guiarás con tu consejo
y después, me recibirás con gloria.
¿A quién sino a ti tengo yo en el cielo?
Si estoy contigo, no deseo nada en la tierra.
Aunque mi corazón y mi carne se consuman,
Dios es mi herencia para siempre
y la Roca de mi corazón.
Los que se apartan de ti terminan mal,
tú destruyes a los que te son infieles.
Mi dicha es estar cerca de Dios:
yo he puesto mi refugio en ti, Señor,
para proclamar todas tus acciones.


miércoles, 17 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS.......


PORQUE VENERAMOS Y HONRAMOS LA VIRGEN MARIA?

La Sagrada Escritura no nos dice directamente que debemos honrar a la Virgen María ¿Por qué los católicos la honramos y la veneramos?

Todos los que nos hacemos llamar seguidores de Jesús, estamos llamados a amar lo que Jesús amó y también a aborrecer lo que Jesús aborreció (el pecado).
La Sagrada Escritura no nos dice directamente que debemos honrar a la Virgen María ¿Por qué los católicos la honramos y la veneramos?
Estamos llamados a imitar a Jesús porque Él es el Camino, la Verdad, y la Vida. María fue la primera imitadora y seguidora de Jesús. También estamos llamados honrar a quienes son dignos de admiración y respeto y han vivido bajo la ley de Dios con amor y entrega plena. Jesús honró a su Madre, de lo contrario habría roto el cuarto mandamiento (honrarás a padre y madre).
El Papa Francisco consagró su papado a la Virgen María, bajo el título de Nuestra Señora de Fátima, y de la misma manera invitó a todo el pueblo católico a consagrarse a su tierno y amoroso cuidado, pues ella es nuestra Madre también, por lo que debe ser natural para nosotros, que María interceda por cada uno de sus hijos.

"Del mismo modo que un niño se dirige a su madre buscando consuelo y protección, así también nos dirigimos nosotros a María, con total confianza, pensando que, con seguridad, ella presentará nuestras oraciones al Señor".



1.- Jesús honró a María
Honramos a María porque Jesús la honró. Jesús dijo: "Porque Dios dijo: Honra a tu padre y a tu madre", y además: "El que maldiga al padre o a la madre, morirá. (Mateo 15,4) Sí José y María eran fieles cumplidores de la Ley (Lucas 2,39) y Jesús vivía sujeto a ellos (Lucas 2,51), entonces ¿crees que Jesús rompería algún mandamiento, sobre todo el de "Honrar a Padre y Madre?

2.- Bienaventurada por siempre
Según el Evangelio de Lucas, María dijo: Todas las generaciones me llamarán bienaventurada (Lucas 1,48). Los católicos estamos cumpliendo con este versículo venerando a la Santísima Virgen, dando gracias a Dios por ser pieza clave en la obra salvadora de Dios
3.- La nueva Eva
María es la madre de todos los hombres. Jesús la llamó "mujer", que significa "la madre de todos los que tienen la vida en Jesucristo". Eva fue llamada mujer, porque ella era la madre de todos los vivientes. María, la nueva Eva, se convirtió así, en la madre de todos los que son salvados por Jesús.

4.- El "Sí" de María
Honramos a María porque sin aquel "Sí", sin esa entrega absoluta y definitiva de todo su ser a la voluntad de Dios, no tendríamos a Jesús, no hubiésemos tenido al amor de los amores pisando nuestro mundo, aún estuviésemos inmersos en una oscuridad.

5.- María nos trajo la Luz
Honramos a María porque ella es la madre de la Luz, una Luz que es el Camino, la Verdad y la Vida. Una Luz única que disipa toda tormenta y oscuridad

6.- Madre de Dios
Ninguna otra mujer había sido, fue, ni nunca será la madre de Dios, excepto este pequeña Virgen que quedó grabada en la historia de la eternidad. Si decimos menos de María, entonces estaremos diciendo menos de Jesús. Si no estamos dispuestos a confesar que ella es la madre de Dios, entonces ¿Cómo podríamos confesar que Jesús es Dios?

7.- María es la Reina del Cielo:
"Una gran señal apareció en el cielo, una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas". (Apocalipsis 12,1)

8.- María, modelo de escucha de la «Palabra»
Cuando el arcángel Gabriel se apareció a María para decirle que llegaría a ser la madre del Mesías, ella respondió: "He aquí, yo soy la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra". (Lucas 1,38). Ella no puso adelante una serie de argumentos racionales contra algo que parecía realmente difícil de creer, Ella simplemente reconoció su lugar como sirviente del Señor. Ella sabe que Dios no puede mentir a través de un mensajero celestial, así que cualquier cosa que promete es digno de confianza, aunque le parezca absolutamente irracional a la mente humana.
María es un modelo oyente de la Palabra de Dios. Ella nos muestra cómo hemos de recibir el mensaje divino. Dios habla, oímos, creemos, confesamos con María: "Soy un servidor del Señor; hágase en mí según tu palabra".

¿Adoradores de María?

Algunos, nos acusan de ser adoradores de María, que cometemos un pecado grave al honrarla que sólo Dios debe ser adorado y hasta utilizan la Escritura para afirmar falsamente esa acusación: "No habrá para ti otros dioses fuera de mí" (Éxodo 20,3) Pero muy lejos de Adorarla, cuando oramos, cantamos, o hablamos de María, no la estamos adorando, o creemos que es una diosa, por el contrario, la honramos según las razones que ya hemos hablado, porque también es nuestra Madre espiritual.


martes, 16 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS......


DEPENDE LO QUE SIEMBRES ASÍ SERA TU COSECHA

Un hombre entró en un local y vio a un señor en el mostrador. Maravillado con la belleza del lugar, preguntó:
-Señor, que se vende aquí...?
-Los dones de Dios. Le respondió el señor.
-Cuánto cuestan? volvió a preguntar
-No cuestan nada...!!! Aquí todo es gratis...!!!
El hombre contempló el local y vio que habían jarros de amor, frascos de fe, paquetes de esperanza, cajitas de salvación, mucha sabiduría, fardos de perdón, paquetes grandes de paz y muchos otros dones.
El hombre, maravillado con todo aquello, pidió: 
-Por favor, quiero el mayor jarro de amor, todos los jarros de perdón y un frasco grande de fe, para mí, mis amigos y familia.
Entonces, el señor preparó todo y le entregó un pequeño paquetito que cabía en la palma de su mano.
Incrédulo, el hombre dijo: 
-Pero, cómo puede estar aquí todo lo que pedí...???
Sonriendo, el señor le respondió:
-En el Local de Dios no vendemos frutos! Sólo semillas...!!! Plántelas...!!!

 *Sembrar, es el mensaje de ahora en adelante*  
Dependiendo de tu siembra será tu cosecha... 

...infinitas Bendiciones 

lunes, 15 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS..........


ACCION DE GRACIAS POR LA LIBERACIÓN (Salmo 30)

¡Qué grande es tu bondad, Señor!
Tú la reservas para tus fieles; 
y la brindas a los que se refugian en ti,
en la presencia de todos. 
Tú los ocultas al amparo de tu rostro
de las intrigas de los hombres; 
y los escondes en tu Tienda de campaña, 
lejos de las lenguas pendencieras. 
¡Bendito sea el Señor!
Él me mostró las maravillas de su amor 
en el momento del peligro. 
En mi turbación llegué a decir:
"He sido arrojado de tu presencia".
Pero tú escuchaste la voz de mi súplica, 
cuando yo te invocaba. 
Amen al Señor, todos sus fieles,
porque él protege a los que son leales
y castiga con severidad a los soberbios. 
Sean fuertes y valerosos,
todos los que esperan en el Señor. 



viernes, 12 de mayo de 2017

HOY TE DIGO SEÑOR JESÚS........


SABEMOS SER GENEROSOS?

María era una linda niña de siete años de ojos relucientes y vivos. Un día mientras ella visitaba una tienda con su mamá, vio un collar de perlas de plástico que costaba noventa pesos.
¡Cuánto le gustó! Quería tener uno y se lo pidió a su mamá. Su mamá le contestó que se lo regalaría el día de su cumpleaños. Ese día María estaba feliz con sus perlas. Las llevaba puestas a todos lados, al colegio, cuando salía con su mamá a las tiendas, y ni para dormir se las quitaba. Solo no las usaba para bañarse pues se podían despintar.
María tenía un padre que la quería muchísimo. Cuando María iba a la cama, él se levantaba de su sillón favorito para leerle su cuento preferido.
Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo: "¿María tú me quieres?" María inmediatamente le respondió: “Si papá, tú sabes que te quiero mucho”.
"Entonces, ¿me podrías regalar tus perlas?"
María se quedó sorprendida y triste. "¡Oh papá!, mis perlas no. Pero si quieres te doy a Rosita, mi muñeca favorita ¿la recuerdas? Tú me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños y te doy su ropa también ¿está bien papá?”
"¡Oh no hijita!, está bien, no importa", y dándole un beso en la mejilla se despidió: "Buenas noches pequeña".
Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar de leerle su cuento: "María, ¿tú me quieres?"
"¡Claro que sí, papá. Tú sabes que te quiero!"
"Entonces regálame tus perlas"
“Pero papá, ¡mis perlas no! Pero te doy mi caballo de juguete. Es mi favorito, su pelo es tan suave y tú puedes jugar con él y hacerle trencitas. Tú puedes tenerlo si quieres papá”.
"Oh no hijita, está bien" le dijo su papá dándole nuevamente un beso en la mejilla: "Dios te bendiga buenas noches y dulces sueños".
Algunos días después, cuando el papá de María entró a su dormitorio para leerle el cuento, María estaba sentada en su cama muy seria con un paquete pequeño. Le temblaban los labios, pero decidida le dijo: "Toma papá, te lo regalo" y estiró su mano para darle el paquete. Su papá lo abrió y en su interior estaba su tan querido collar, el cual regaló a su padre.
Con una mano él tomó las perlas de plástico y con otra extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul y se lo dio a su hija. María abrió la cajita y dentro había un collar con unas hermosas perlas genuinas. Él las había tenido todo ese tiempo, esperando que su hija renunciará a la baratija para poderle darle la pieza de gran valor. María no pudo evitar llorar de alegría mientras abrazaba a su padre y ver el hermoso collar con preciosas perlas que ahora era suyo.
De modo semejante nos sucede con nuestro Padre celestial. Él está esperando a que renunciemos a las cosas sin valor en nuestras vidas para podernos dar preciosos tesoros. A veces nos resistimos, pero no podemos dudar nunca de la bondad de Dios. 
Esto nos puede hacer pensar en las cosas a las cuales nos aferramos y no queremos dárselas al Señor. Mejor podríamos preguntarnos, ¿qué será lo que Dios me quiere dar en su lugar? Cuando le damos a Él todas nuestras inquietudes, Él verá por nosotros.


San Pablo tuvo una visión del Cielo y nos dejó escrito su impresión: "Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman". (I Cor 2, 9).