viernes, 2 de septiembre de 2016

DIOS MIO.....TENGO SED DE TI ( SALMO 41)





Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma te busca a ti, Dios mío;

tiene sed de Dios, del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?

Las lágrimas son mi pan noche y día,
mientras todo el día me repiten:
«¿Dónde está tu Dios?»

Recuerdo otros tiempos, y desahogo mi alma conmigo:
cómo marchaba a la cabeza del grupo,
hacia la casa de Dios, entre cantos de júbilo y alabanza,
en el bullicio de la fiesta.

¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo: «Salud de mi rostro, Dios mío».

Cuando mi alma se acongoja, te recuerdo
desde el Jordán y el Hermón y el Monte Menor.

Una sima grita a otra sima con voz de cascadas:
tus torrentes y tus olas me han arrollado.

De día el Señor me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza del Dios de mi vida.

Diré a Dios: «Roca mía, ¿por qué me olvidas?
¿Por qué voy andando, sombrío, hostigado por mi enemigo?»

Se me rompen los huesos por las burlas del adversario;
todo el día me preguntan: «¿Dónde está tu Dios?»

¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío».



 

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