Cómo la haces??
Cuántas veces en nuestro diario vivir, encontramos personas que se nos acercan y nos piden que oremos por ellos, cuántas veces decimos que lo vamos a hacer y solamente son palabras que se las lleva el viento, hacemos oraciones cortas que no llegan al cielo, porque sólo las hacemos con la mente, pero no con el corazón.
No oramos en Espíritu, y en Verdad como nos pide nuestro Señor, no sentimos el dolor que están pasando aquellos que nos han pedido oración, no vivimos la desesperación que sienten y que los motiva a pedir que los acompañemos en ese clamor a Dios.
La Biblia dice que oremos por los presos como si estuviéramos presos juntamente con ellos, es decir, que oremos como que fuéramos nosotros los que estuviéramos pasando esa necesidad, pero no lo hacemos, no nos conmueve la necesidad que está viviendo el mundo, ni siquiera nos conmueve la necesidad que está pasando aquel que se acercó a nosotros confiando en que íbamos a rogar a Dios por su necesidad.
No nos hemos dado cuenta que el que alguien nos pida oración, es la MISMA INVITACIÓN DEL SEÑOR A QUE HABLEMOS CON ÉL.
Es Dios mismo el que nos está invitando, por medio de la necesidad de los demás, a tener un encuentro especial en Su presencia, no nos hemos dado cuenta, que el orar por lo demás, es un privilegio que viene directamente del Creador.
Hoy te invito a que cuando alguien te pida oración, sientas que es el mismo Dios, el que desea escuchar de parte tuya, el clamor que sale de tu corazón pidiendo por la necesidad de los demás, te darás cuenta que a medida que ores por otras personas, tus mismas necesidades serán suplidas por nuestro Señor.
Quién se acerca a nosotros para pedir de nuestra oración; es porque realmente necesita de Dios... y ese acercamiento que tengamos con Dios, va a ser muy benéfico para nuestra propia alma.
Muy bonito
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