Toma mis manos, Señor
Vacíalas de todo apego mundano
Que me haga olvidar mi hogar definitivo
el que Tú me tienes ya preparado
Toma mis manos, Señor
Vacíalas de todo temor
que esconda sus palmas
haciéndome ladrón por omisión
Toma mis manos, Señor
Tatúa en sus palmas tu nombre
Para que estés siempre conmigo
y me recuerdes tu infinito amor
Toma mis manos, Señor
Ponlas entre las tuyas
Quiero sentir tus heridas
Para hacerlas también mías
Toma mis manos, Señor
Sujétalas con las tuyas
Quiero estar a tu altura
Libre de toda amargura
Tus manos llenas de sangre
manos vacías sujetadas por clavos
Que clavos no fueron,
sino mis muchos pecados
Toma mis manos, Señor
Quiero con ellas vacías
Tocar a las puertas del cielo
y presentarlas humilde
Ante tu Padre diciendo:
Nada tengo y nada pido
Reconoce a tu Hijo en ellas
Vacías las tengo siguiendo sus huellas
Así las presento con grande contento
Su nombre grabado profundo
Un nombre por nada ni nadie cubierto
Vacías las tengo como recuerdo
que mío ha sido tu Hijo
y ahora en el cielo por siempre será
Del Libro Jesús a mi alma
P. Guillermo Serra, LC
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