El silencio y la oración es la
mejor manera de superar nuestros momentos más oscuros, en lugar de recurrir a
pastillas o bebidas alcohólicas para escapar de nuestros males.
Todos nosotros, tarde o temprano
experimentamos una oscuridad espiritual, el ejemplo es claro a través del Libro
de Job (3,1-3, 11-17, 20-23), quien
estuvo atravesando por una desolación espiritual y estuvo desahogando sus
penas ante Dios. Aunque Job estaba en serios problemas y había perdido
todo, él nunca maldijo a Dios y su arrebato fue el de un hijo frente a su
padre.
Nadie está exento en algún momento
de experimentar momentos oscuros de la desolación espiritual. El Papa Francisco
nos dio y explicó cómo podemos superarlos.
Momentos de oscuridad espiritual
La desolación espiritual es
algo que nos sucede a todos nosotros: puede ser más fuerte o más débil, pero
esa sensación de oscuridad espiritual, de desesperanza, falta de
confianza, carece del deseo de vivir, sin ver el final del túnel, con
tanta agitación en el corazón y en las ideas...
La desolación espiritual nos hace
sentir como si nuestras almas son aplastadas, no podemos tener éxito y también
no queremos vivir: "La muerte es mejor!" Este fue el estallido de
Job. Era mejor morir que vivir así.
Tenemos que entender que cuando
nuestra alma está en este estado de tristeza generalizada apenas podemos
respirar: Esto nos sucede a todos nosotros... Ya sea fuerte o no... a todos
nosotros. Necesitamos entender lo que pasa en nuestros corazones.
¿Qué debemos hacer cuando
experimentamos estos momentos oscuros, ya sea por una tragedia familiar, una
enfermedad, o algo que nos pesa?
Algunas personas pensarían en tomar
una pastilla para el sueño y eliminar sus problemas o con beber una, dos, tres
o cuatro copas... Éstos métodos no ayudan, pero existen algunas
claves para hacer frente a esta desolación espiritual cuando nos encontramos
tibios, deprimidos y sin esperanzas, una buena solución para enfrentar momentos
oscuros y tristes, la mejor manera de salir de esta situación de tristeza y
desolación es rezar, rezar en voz alta, al igual que lo hizo Job, día y
noche hasta que Dios escuche.
Es una oración llamar a la puerta,
¡pero con la fuerza!:
"Señor, mi alma está hastiada de las dificultades.
Mi vida está cercana al infierno. Estoy contado entre los que descienden a la
fosa; Soy un hombre sin fuerzas"
¿Cuántas veces nos hemos sentido
así, sin fuerza? Y aquí está la oración. Nuestro Señor mismo nos enseñó a
rezar en estos terribles momentos.
"Señor, Tú me has sumergido al fondo del pozo. A mí,
tu enojo me ha pesado. Que se eleve mi oración delante de ti, Señor"
Esta es la oración y es así
como debemos orar en nuestros más oscuros, más terribles, más tristes y más
aplastantes momentos y que realmente nos acaban. El silencio, la cercanía
y la oración es lo que ayuda a aquellos que están sufriendo
La importancia del silencio, de estar cerca y el orar, es
la manera correcta en la que las amigos deben comportarse cuando se
enfrentan a aquellos que están experimentando momentos oscuros, previniendo
palabras y discursos en estas situaciones que pueden hacer daño.
Tres claves del Papa Francisco para enfrentar momentos
oscuros, triste y de desolación
1.- En primer lugar, hay que
reconocer en nosotros mismos estos momentos de desolación espiritual, cuando
estamos en la oscuridad, sin esperanza y preguntarse por qué.
2.- En segundo lugar, debemos
orar al Señor, podemos tomar el Salmo 87 que nos enseña a orar durante nuestros
momentos oscuros: "Que mi oración delante de ti, Señor"...
3.- En tercer lugar, cuando me
acerco a una persona que está sufriendo, ya sea por enfermedad, o cualquier
otro tipo de sufrimiento y que está experimentando una sensación de desolación,
debemos estar en silencio, pero un silencio con mucho amor, con cercanía y
caricias. Y no hay que hacer discursos que no ayudan en la final e incluso
pueden hacer daño".
Oremos al Señor pidiendo que nos
conceda estas tres gracias: la gracia de reconocer la desolación espiritual, la
gracia de orar cuando estamos afligidos por este sentimiento de desolación
espiritual y también la gracia de saber estar cerca de las personas que están
sufriendo terribles momentos de tristeza y desolación espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario