Ven, devuélveme la sonrisa. Los años me han
ido quitando la alegría interior, el gusto de encontrarme con la gente, el
entusiasmo ante las cosas nuevas. Necesito que vuelva a brotar espontáneamente
la sonrisa. Esa sonrisa sincera, no fingida, que expresa el gusto de vivir
y de convivir. Esa sonrisa que manifiesta la esperanza interior, verdadera,
real. Ven Espíritu Santo, para que vuelva a nacer mi sonrisa. Esa sonrisa
de los que creen en la vida y en el amor. La sonrisa de los que se dejan querer
por Dios, porque saben que ese amor es sano, es bueno, es auténtico y feliz;
porque saben que ese amor nunca nos falta, nunca nos abandona. Ven Espíritu
Santo, y en este preciso momento aplaca mi negatividad, sana mi tristeza,
ayúdame a eliminar todo lo que me inquieta. Muéstrame que la vida vale la pena,
que es posible comenzar algo bello. Para que en este preciso momento, pueda
regalarte una sonrisa.
Amén."
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